¿Perdona? ¿He leído bien? ¿Quieres que deje de tener razón? De eso nada… Si tengo razón, tengo razón, faltaría más…
La gran mayoría de desencuentros en nuestra vida, o al menos los que más nos desgastan, se producen por la necesidad de tener razón, y paradójicamente esta es una necesidad de lo más irracional.
En ella intervienen soterradas actitudes muy primarias que se alejan mucho del ser evolucionado y racional que reivindicamos ser.
La gran mayoría de desencuentros en nuestra vida, o al menos los que más nos desgastan, se producen por la necesidad de tener razón, y paradójicamente esta es una necesidad de lo más irracional.
En ella intervienen soterradas actitudes muy primarias que se alejan mucho del ser evolucionado y racional que reivindicamos ser.