¿Perdona? ¿He leído bien? ¿Quieres que deje de tener razón? De eso nada… Si tengo razón, tengo razón, faltaría más…
La gran mayoría de desencuentros en nuestra vida, o al menos los que más nos desgastan, se producen por la necesidad de tener razón, y paradójicamente esta es una necesidad de lo más irracional.
En ella intervienen soterradas actitudes muy primarias que se alejan mucho del ser evolucionado y racional que reivindicamos ser.
La gran mayoría de desencuentros en nuestra vida, o al menos los que más nos desgastan, se producen por la necesidad de tener razón, y paradójicamente esta es una necesidad de lo más irracional.
En ella intervienen soterradas actitudes muy primarias que se alejan mucho del ser evolucionado y racional que reivindicamos ser.
La dominación por ejemplo juega por debajo. En muchas ocasiones lo que nos lleva a aferrarnos,como si nos fuera la vida, a conseguir que nuestra razón triunfe sobre las “excusas” de los demás ( porque claro, yo tengo razón, ellos ponen excusas…) es la necesidad de dominar, de poder, de liderazgo, como si siguiéramos formando parte de sociedades primitivas en las que fuera necesario,para la supervivencia, un líder indiscutible.
También la baja autoestima se encuentra latente en la necesidad de que nos den la razón, sólo hace falta mirarnos introspectivamente y ver cómo nos sentimos cuando no nos dan la razón, debajo de la ira, si os fijáis, veréis como os sentís pequeñitos, como si sólo consiguiendo que la otra parte os de la razón, os vierais reconocidos como personas.
ALGUNAS CONSIDERACIONES RACIONALES SOBRE LA RAZÓN:
¿Seis o Nueve?: Prueba a dibujar un 6 en el suelo, y colócate a sus pies, pide a otra persona que se coloque frente a ti. ¿Qué número hay dibujado en el suelo? El seis!- dirás tú- y claro, tienes razón…. El nueve!- dirá tu compañero- y claro tiene razón… Y esta es la primera lección de todas, todos tenemos nuestro propio punto de vista, y por lo tanto, todos tenemos razón.
Para mí la razón para ti la casa y el coche…. En nuestra necesidad de tener razón podemos perderlo todo y aún así sentirnos ganadores…. muy racional no parece… Multitud de relaciones se rompen porque en lugar de buscar el consenso se busca ganar al precio que sea. En las personas que puntúan alto en la necesidad de tener razón suele darse un patrón de Ganar- Perder. sólo consideran que han ganado si el otro pierde, en este caso si el otro reconoce que no tiene razón.
El agridulce sabor del ” Te lo dije”: Pero que perverso placer nos depara esta frase…. yo creo que a todos sin excepción, en algún momento, se nos ha llenado la boca al pronunciar esas palabras, mientras una sensación de superioridad se adueñaba de nosotros…¡ teníamos razón, ahhhhh! Muy bien, párate a racionalizar un poquito esa emoción, ¿ de veras es lógico o útil, el hecho de que tuvieras razón? Es más ¿ ese regodeo con el que la pronuncias servirá en un futuro para que la persona que ahora se siente humillada ante ti escuche tus consejos? Lo dudo.
Sobre este tema no me discutas que hice sobre él mi tesina y tú no tienes ni idea… Y puede ser así, puede ser que quieras imponer tus conocimientos porque tienes una información, o una formación, de la que el otro carece, bien, pues detente un momento a pensar en esto… Si tienes esos conocimientos es porque en un momento dado introdujiste un aprendizaje nuevo en tu mente, algo que desconocías entró a formar parte de tus conocimientos. En el momento en que cierras esa puerta a la introducción de nuevos aprendizajes, dejas de aprender, así de simple. El mayor experto en una materia, puede, dialogando con un niño, encontrar en los razonamientos de este un nuevo hilo que le ayude a llegar aún más lejos, nunca dejamos de aprender…
La soledad del ganador: ¿ Cuántas veces te has quedado solo con tu razón? ¿ De veras merece la pena? Cuando insistes en tener siempre la razón, cuando no paras hasta conseguirlo, acabas solo. Puedes ocupar una posición de poder, que todos te reverencien e incluso te hagan la ola cuando paséis por su lado, tú y tu razón, pero los murmullos que oyes a tu espalda, querido, no son de admiración…lamento comunicártelo. Esto vale tanto para temas profesionales como para cualquier otro en el que jerarquicamente tengas una posición superior, como en el caso de los cabeza de familia a quien no es posible contradecir en sus argumentos… Si no tienes esa posición de poder te habrás dado cuenta que tus relaciones son menos ricas en intimidad que las de las personas que no necesitan siempre tener razón.
¿ LA SOLUCIÓN?: RACIOCINIO Y CORAZÓN VERSUS RAZÓN
Con lo expresado hasta aquí podemos hacer un diagnóstico racional de lo que nos acarrea la necesidad de que nos den la razón a cualquier precio.
En ningún momento he puesto en duda que nuestros planteamientos en una discusión sean los correctos, tanto en temas objetivos ( el 6 o el 9) como en temas subjetivos ( tu intención era dañarme…) podemos estar en lo cierto cuando iniciamos una discusión, lo que nos ha quedado claro es que la posición ganador frente a vencido es engañosa, sobre todo para el ganador. No ganamos absolutamente nada con ello, no arreglamos nada, no solucionamos nada…. Nuestras relaciones se empobrecen, cuando no simplemente desparecen…
La solución pasa, como prácticamente todo en esta vida, en ponerle corazón… una decisión de lo más inteligente por otra parte… No se trata de desechar tus ideas, tus creencias, se trata de empatizar con las del otro, de ponernos en sus zapatos, de intercambiar, desde el amor y el respeto al prójimo, puntos de vista para llegar si es posible a una solución de consenso, se trata de enriquecernos mutuamente, y sobre todo de exponer nuestros planteamientos, a los que sin duda tenemos derecho con asertividad.
Puede darse que no se llegue a alcanzar el consenso, que después del dialogo, cada uno siga pensando exactamente lo mismo sobre el tema tratado… Bueno ¿ y qué importa? Todos tenemos derecho a pensar libremente, a tener nuestra propia opinión y eso hace del mundo un lugar más rico…
Ya, pero yo necesito ganar…. Y eso también es licito, también es un rasgo evolutivo, probablemente sin ese impulso competitivo nuestra especie habría desaparecido. Te sugiero que vuelques esa competitividad en el juego, hay un montón de juegos de mesa en los que puedes sacar esa vena competitiva y ganar al otro….