Si existe un campo que puede transformarnos desde la raíz es nuestra sexualidad bien entendida, esta puede ser sublime y ayudarnos a sublimar cada aspecto de nuestras vidas, descubre en este post cómo te transforma la meditación durante el sexo y prepárate a dar un salto cualitativo en tus relaciones y en tu día a día.
La meditación se describe como la práctica de un estado de atención concentrada, ya sea sobre un objeto externo, un pensamiento, la propia consciencia, la respiración o el propio estado de concentración.
La meditación se describe como la práctica de un estado de atención concentrada, ya sea sobre un objeto externo, un pensamiento, la propia consciencia, la respiración o el propio estado de concentración.
Sin embargo la meditación es uno de los estados más hermosos y naturales de todo ser humano cuando se puede hacer consciente, ya que es además, la práctica del recogimiento interior y la práctica de la contemplación de cuanto ocurre a nuestro alrededor.
La meditación como la conocemos normalmente se caracteriza por tener algunos de estos rasgos:
-Un estado de concentración sobre la realidad del momento presente
-Un estado experimentado cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos
-Una concentración en la cual la atención es liberada de su común actividad y focalizada en lo divino
-Una focalización de la mente en un único objeto de percepción, como por ejemplo la respiración o una recitación de palabras constante que se conoce como mantra.
Lo que no muchos han podido entender es que la meditación simplemente es estar consciente del “aquí y el ahora”, es vivir el momento presente abriendo todos nuestros sentidos para dejar pasar a través de nosotros lo que “ES”… es tener presente toda nuestra atención y concentrar nuestra energía en la atemporalidad de cada segundo y vivir cada momento contemplando simplemente y de manera NEUTRAL el destino.
Meditar, es la condición natural de la conciencia humana, capaz de comprender por sí sola el significado de su existencia, aún si esto ocurre a nivel del inconsciente. Algunos maestros Zen dicen que meditar es «tocar el corazón» del ser humano.
Hay muchas formas de meditar según sean las diferentes corrientes que se sigan, ya sean hinduistas, Zen, Taoistas etc… por medio del uso de la concentración en la observación de mandálas, de repeticiones de mantras, de la respiración o incluso meditaciones dinámicas.
Pero mi intención primordial va mas allá de explicarles una u otra técnica de hacerlo, lo que pretendo es que comprendan y hagan suyo lo más sutil del significado de meditar, para lo cual les contaré una metáfora.
“Había una vez dos monjes hablando en un monasterio porque tenían un par de horas todas las tardes para meditar y pasear. Se pusieron a discutir si podrían fumar, porque no estaba prohibido, pero ellos no estaban seguros de que fuera lícito hacerlo, así que pensaron que lo mejor sería preguntárselo al abad.
Al día siguiente, uno de los monjes estaba muy inquieto, y cuando vio venir al otro monje fumando, no daba crédito. Dijo: “no entiendo nada, le he preguntado al abad ‘¿puedo fumar mientras medito?’ Y él me ha dicho: ‘¡De ninguna manera!’ – Pero tú estás fumando- …¿acaso tú no le has preguntado?”
El otro monje respondió: “-Sí se lo he preguntado- pero yo pregunté ‘puedo meditar mientras fumo?’ y él me dijo: ‘-buena idea- ¿para que perder mas tiempo? Si mientras fumas también puedes meditar…adelante!’ ”
Sencillamente… la meditación es la observación consciente de todo lo que se presenta y ocurre, VIVIR en el aquí y el ahora. “Solamente el momento presente es importante”. Es muy importante aprender a concientizar todo lo que ocurre en el momento presente a través de las seis puertas de los sentidos – ojos, oídos, nariz, lengua, cuerpo y MENTE –todo lo que nos rodea debe ser notado, atendido y observado como objeto de meditación.
La meditación es la forma por la cual la mente logra alcanzar un plano de realidad y entendimiento de todo lo que sucede.
Si vas a comer, medita! Si vas a cantar, medita!… si vas a conducir tu coche, medita!! Lo cual significa… “vive lo que haces”… no te distraigas de tu foco… no te desalinees del flujo en el que te encuentras… HAZ DE TU VIDA UNA MEDITACIÓN.
La meditación y el Sexo
Después de leer todo esto entenderás por qué la meditación es fundamental para poder acceder al sexo sagrado, porque para lograrlo necesitas “estar presente” con todos tus sentidos físicos y a la vez alineado con la conexión de tu alma para poder así ver de frente a la divinidad que vive en ti.
Meditar mientras hacemos el amor es uno de los actos más sutiles, tranquilos, silenciosos y amorosos que existen, y es además cuando la meditación resulta más fácil, porque cuando te aproximas a una situación orgásmica, se detienen los pensamientos, te transformas más en energía, en fluido, en pura palpitación.
Y es en ese momento en el que hay que hacer más consciencia, porque pase lo que pase, la palpitación, el orgasmo cada vez más cercano y sabiendo que hay un punto sin retorno, debemos de aprender a observar y a reconocer la paz interior.
Esta es la vigilancia más secreta e interna que existe… “si uno puede percibir esa consciencia durante el orgasmo, se puede percibir todo lo demás en la vida”, porque el sexo es la experiencia más intima y absorbente que existe… es donde se origina la vida y es la misma energía para entrar en la muerte al soltar, dejar ir, tener la confianza, la seguridad en el último momento y expandir nuestro ser a otra dimensión.
Con el sexo sagrado aprendemos a ver la vida y la muerte de cada instante como algo natural y hermoso como la vida misma lo es… como es adentro es afuera… como es arriba es abajo… simplemente como ES… ES.
Cuando compruebes los beneficios de estar presente, o de la meditación, durante la practica de tu sexualidad te sentirás más preparado para llevar la meditación a cada rincón de tu vida, para transformarla y VIVENCIARLA en todo su esplendor.
La meditación como la conocemos normalmente se caracteriza por tener algunos de estos rasgos:
-Un estado de concentración sobre la realidad del momento presente
-Un estado experimentado cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos
-Una concentración en la cual la atención es liberada de su común actividad y focalizada en lo divino
-Una focalización de la mente en un único objeto de percepción, como por ejemplo la respiración o una recitación de palabras constante que se conoce como mantra.
Lo que no muchos han podido entender es que la meditación simplemente es estar consciente del “aquí y el ahora”, es vivir el momento presente abriendo todos nuestros sentidos para dejar pasar a través de nosotros lo que “ES”… es tener presente toda nuestra atención y concentrar nuestra energía en la atemporalidad de cada segundo y vivir cada momento contemplando simplemente y de manera NEUTRAL el destino.
Meditar, es la condición natural de la conciencia humana, capaz de comprender por sí sola el significado de su existencia, aún si esto ocurre a nivel del inconsciente. Algunos maestros Zen dicen que meditar es «tocar el corazón» del ser humano.
Hay muchas formas de meditar según sean las diferentes corrientes que se sigan, ya sean hinduistas, Zen, Taoistas etc… por medio del uso de la concentración en la observación de mandálas, de repeticiones de mantras, de la respiración o incluso meditaciones dinámicas.
Pero mi intención primordial va mas allá de explicarles una u otra técnica de hacerlo, lo que pretendo es que comprendan y hagan suyo lo más sutil del significado de meditar, para lo cual les contaré una metáfora.
“Había una vez dos monjes hablando en un monasterio porque tenían un par de horas todas las tardes para meditar y pasear. Se pusieron a discutir si podrían fumar, porque no estaba prohibido, pero ellos no estaban seguros de que fuera lícito hacerlo, así que pensaron que lo mejor sería preguntárselo al abad.
Al día siguiente, uno de los monjes estaba muy inquieto, y cuando vio venir al otro monje fumando, no daba crédito. Dijo: “no entiendo nada, le he preguntado al abad ‘¿puedo fumar mientras medito?’ Y él me ha dicho: ‘¡De ninguna manera!’ – Pero tú estás fumando- …¿acaso tú no le has preguntado?”
El otro monje respondió: “-Sí se lo he preguntado- pero yo pregunté ‘puedo meditar mientras fumo?’ y él me dijo: ‘-buena idea- ¿para que perder mas tiempo? Si mientras fumas también puedes meditar…adelante!’ ”
Sencillamente… la meditación es la observación consciente de todo lo que se presenta y ocurre, VIVIR en el aquí y el ahora. “Solamente el momento presente es importante”. Es muy importante aprender a concientizar todo lo que ocurre en el momento presente a través de las seis puertas de los sentidos – ojos, oídos, nariz, lengua, cuerpo y MENTE –todo lo que nos rodea debe ser notado, atendido y observado como objeto de meditación.
La meditación es la forma por la cual la mente logra alcanzar un plano de realidad y entendimiento de todo lo que sucede.
Si vas a comer, medita! Si vas a cantar, medita!… si vas a conducir tu coche, medita!! Lo cual significa… “vive lo que haces”… no te distraigas de tu foco… no te desalinees del flujo en el que te encuentras… HAZ DE TU VIDA UNA MEDITACIÓN.
La meditación y el Sexo
Después de leer todo esto entenderás por qué la meditación es fundamental para poder acceder al sexo sagrado, porque para lograrlo necesitas “estar presente” con todos tus sentidos físicos y a la vez alineado con la conexión de tu alma para poder así ver de frente a la divinidad que vive en ti.
Meditar mientras hacemos el amor es uno de los actos más sutiles, tranquilos, silenciosos y amorosos que existen, y es además cuando la meditación resulta más fácil, porque cuando te aproximas a una situación orgásmica, se detienen los pensamientos, te transformas más en energía, en fluido, en pura palpitación.
Y es en ese momento en el que hay que hacer más consciencia, porque pase lo que pase, la palpitación, el orgasmo cada vez más cercano y sabiendo que hay un punto sin retorno, debemos de aprender a observar y a reconocer la paz interior.
Esta es la vigilancia más secreta e interna que existe… “si uno puede percibir esa consciencia durante el orgasmo, se puede percibir todo lo demás en la vida”, porque el sexo es la experiencia más intima y absorbente que existe… es donde se origina la vida y es la misma energía para entrar en la muerte al soltar, dejar ir, tener la confianza, la seguridad en el último momento y expandir nuestro ser a otra dimensión.
Con el sexo sagrado aprendemos a ver la vida y la muerte de cada instante como algo natural y hermoso como la vida misma lo es… como es adentro es afuera… como es arriba es abajo… simplemente como ES… ES.
Cuando compruebes los beneficios de estar presente, o de la meditación, durante la practica de tu sexualidad te sentirás más preparado para llevar la meditación a cada rincón de tu vida, para transformarla y VIVENCIARLA en todo su esplendor.