El pasado no se puede romper al menos que tu lo decidas, mientras continúes pensando en el pasado y no en el presente y el futuro, el pasado te continuará persiguiendo como un fantasma. Tu tienes el control de tu vida, nadie más.
Ni el pasado ni nadie puede controlar lo que sientes, muchas personas no pueden romper el pasado debido a que no tienen la motivación para hacerlo o simplemente no creen que sea posible.
A que tipo de pasado es referente este mensaje:
En referencia al pasado de malos recuerdos, de nostalgia que nos impide ser felices en el presente y futuro. Porque también tenemos recuerdos hermosos, momentos inolvidables, ese tiempo se atesora.
Ni el pasado ni nadie puede controlar lo que sientes, muchas personas no pueden romper el pasado debido a que no tienen la motivación para hacerlo o simplemente no creen que sea posible.
A que tipo de pasado es referente este mensaje:
En referencia al pasado de malos recuerdos, de nostalgia que nos impide ser felices en el presente y futuro. Porque también tenemos recuerdos hermosos, momentos inolvidables, ese tiempo se atesora.
Ahora por ejemplo si eres una persona que desea emprender algo nuevo, digamos un negocio de ropa, tendrías primero que perdonarte los errores cometidos en el pasado y enfocarte en lo que realmente deseas.
Porque mientras te enfoques en lo que no deseas, no habrá espacio para lo que realmente cambiará tu vida. Es como una casa llena de cosas inútiles que no quieres pero están allí porque tu lo permites. Mientras las cosas que si quieres y son útiles para ti, estarán siempre afuera de la casa mientras tu lo permitas.
Casi nadie habla de este tema porque, tendría que ser una persona que ha logrado romper el pasado para continuar adelante, yo he pasado por eso, pero logre romper las cadenas del pasado utilizando una técnica y enfocándome en lo que realmente deseo en mi presente y futuro.
Mi técnica para romper las ataduras del pasado
escribí en un papel todo lo que me ataba negativamente a mi pasado, despues lo tire a la basura diciendo, todo esto estará desde ahora fuera de mi vida, porque una nueva vida empieza para mi. Claro que no fue tan fácil al principio pero el permitir que todas esas cosas negativas continuarán siendo parte de mi, no valía la pena. También cada vez que voy a tirar la basura de mi casa, siempre afirmo silenciosamente: con esta basura se van también mis errores y las cosas negativas, solamente dejo en mi casa el aprendizaje y el lado positivo de lo que me haya pasado.
En resumen: el pasado nos persigue porque nosotros se lo permitimos, al continuar pensando en el pasado no le dejamos espacio al presente y futuro. Posiblemente para mucha gente no sea fácil deshacerse del pasado pero al hacer algo al respecto, es un empiezo positivo.
DÉJALO IR
Después de graduarse en la escuela, Maegan Watson, de Chicago consiguió el trabajo de sus sueños como estilista personal para una empresa de moda creciente. Pero resultó ser menos de ensueño. Ella estaba en la entera disposición de su jefe y sus clientes 24/7. Su entorno de oficina era tóxico, lleno de celos, sospechas y críticas. “Estaba joven y no entendía el cuidado personal,” dice Watson, que se sacrificó dormir menos para trabajar. No fue hasta que se puso muy enferma, y ??finalmente fue diagnosticada con fibromialgia, que renunció. Culpó a la experiencia y su pobre salud en sí misma. Ella debería haber sido más proactiva, más capaz, pensó Watson.
Despues comenzó una empresa de comercio electrónico con un amigo, pero todavía despertaba en la mitad de la noche con las dudas. ¿Por qué dejo que mis clientes dictan mi vida? se preguntó. ¿Por qué me permito ser tratada tan mal? Por qué no puedo manejar esto? “Tenía mucha rabia conmigo misma y con otras personas”, dice Watson.
“Ser consciente y estar presente nos permite escapar de nuestra fijación en el pasado y el futuro y estar abiertos a lo que es.”
Con su fibromialgia apareciendo de nuevo, ella fue a un retiro de yoga, donde aprendió acerca de la atención y la auto-compasión. “Dentro de las 24 horas de llegar a casa, he vendido mi mitad del negocio a mi pareja en una pérdida y la terapia de matrimonio programado para mí y mi marido. No iba a ser capaz de tener éxito personal o profesional, si no aprendía a superar mi primera experiencia traumática de trabajo y dejar de culparme a mí misma”.
Watson tomó un tiempo para recuperar la salud y gestionar su rumia. Ella pasó mucho tiempo escribiendo en su diario. “Al escribir acerca de mis sentimientos, yo era capaz de hacer la conexión entre el pasado y darse cuenta de que mis pensamientos y comportamientos se basan en el miedo, no la realidad,” dice ella. También trabajó en perdonar a su antiguo compañeros de trabajo y jefe, escribiendo cartas no enviadas de amnistía a ellos. “Regularmente me recuerdo del mantra ‘Todo el mundo está haciendo lo mejor que pueden,” e inmediatamente me siento menos resentida y más tranquila.
CÓMO EL PASADO SE PUEDE CAMBIAR
Podemos hacer esto mediante la búsqueda de una manera de crear valor a partir de los acontecimientos que juzgamos perjudiciales. Si podemos utilizar realmente los acontecimientos pasados ??como trampolines para el crecimiento, y si reinterpretamos en eventos positivos los que pudieron haber sido traumáticos, pero que se requieran realmente para nuestro desarrollo, podemos liberarnos del dolor asociado con nuestros recuerdos de ellos.
Transformé mi experiencia del séptimo grado cuando reflexioné sobre en él y llegué a la súbita iluminación que era realmente una manifestación de mi tendencia a permitir a mí mismo a ser víctima y, lo más importante, lo cambió. Si mi experiencia de séptimo grado nunca ocurrió, todavía podría estaría jugando a la víctima en la actualidad. Sin embargo, como resultado de ser capaz de utilizar la experiencia para expulsar una pieza importante de la negatividad de mi vida, ahora me siento realmente agradecido por haber sufrido a través de esa persecución.
¿Cómo podemos entonces liberarnos del pasado? Mediante su uso como combustible para el crecimiento en el presente. Si un evento de nuestro pasado sigue siendo doloroso pensar, debemos entender que el dolor como una indicación de que tenemos algo sin terminar, no con quién o qué más estaba involucrado en el evento en sí, sino con nosotros mismos. Tal vez alguien nos hizo daño. Tal vez hicimos daño a otra persona. Tal vez hemos hecho una selección de la debilidad o el miedo o la ira que lamentamos. No tenemos que perder el tiempo en recriminaciones o que desean poder volver atrás en el tiempo para cambiar lo que pasó. Tan sólo hay que encontrar una manera de convertir ese dolor o arrepentimiento en un catalizador para el crecimiento hacia adelante a partir de hoy. Si realmente se puede encontrar una manera de pensar en el pasado de esa manera, échale un vistazo al tuyo. En lugar de traumas dolorosos de las cuales prefieres no pensar, debes ver nada más que una oportunidad tras otra tras otra oportunidad.
El pasado no nos “rompe” a nosotros, ya que nosotros nos “rompemos” al estar conectados a lo negativo de nuestro pasado y no a situaciones positivas que nos ayudarían a mejorar como individuos. Al romper todo vinculo con el pasado negativo nuestra vida empezará a cambiar de una forma positiva y hasta nuestra salud se verá en mejoría. Porque la salud mental eventualmente deteriora la salud física si no es buena salud.
CURAR EL PASADO, CURAR EL PRESENTE
Crees que el pasado se pueda curar? Acuérdate de algo que no te haya gustado del pasado… ¿Recuerdas algo que te haya hecho sentir muy mal o causado mucho dolor, culpa, enojo o hasta
sentimientos de violencia? ¿Qué sientes cuando te acuerdas de eso en este momento? El pasado no es pasado hasta que realmente pasa. Mientras el pasado nos genere sentimientos de enojo,
resentimiento, dolor o culpa, entonces aun no ha pasado y está muy presente, sombreando la vida actual.
Es difícil a veces soltar cosas del pasado, sobre todo cuando nos hicieron sentir emociones fuertes que nos llevaron a sentirnos limitados, frustrados o impotentes, sobre todo cuando éramos
niños o adolescentes y no podíamos defendernos o hacer algo al respecto y nos sentimos demasiado heridos.
Las emociones sentidas en el pasado, cuando no son sanadas, suelen repetirse durante nuestra vida de alguna u otra forma, y las emociones como la culpa y el resentimiento suelen sombrear
aunque no lo notemos nuestra capacidad de disfrutar la vida plenamente.
¿Cómo sanar el pasado?
Hay heridas desde pequeñas hasta en verdad profundas. Sin embargo, para sanar cualquier herida del pasado, se necesita entender que cada cosa que nos pasa en esta vida nos sucede
principalmente por algo: aprender lo que es el amor.
El amor puede resultar repugnante, cursi y superficial cuando alguien nos ha hecho algo. ¿Cómo se puede hablar de amor cuando se odia o se repugna? ¿Cómo se puede ser comprensivo con quien
abusa de uno, lo ultraja o lo maltrata?
Parece una misión imposible cuando solo vemos las cosas de forma superficial. Cuando uno ve la punta de un iceberg, no se imagina todo el hielo que hay debajo. La punta del iceberg son las
experiencias que nos suceden. Pero en todas hay profundidad.
¿Por qué a mi?
La profundidad de todas las experiencias es el aprendizaje. Aprender a contestar el “¿Por qué a mi?” encierra un gran aprendizaje.
Para esto, me gustaría contar una historia que quizá ayude a sanar el pasado:
Estaban las almas en el jardín del cielo, esperando su turno para venir a la Tierra a vivir un “cuento”.
Entonces, un ángel pregunta en el cielo:
“¿Quién desea ser Caperucita?”
Y todas las almas alzan la mano. Todas querían ser Caperucita. Pero solo se escoge a un alma.
Luego el ángel pregunta:
“¿Quién desea ser la mamá?”
Y muchas almas alzan la mano. Pero solo se escoge a una. Y baja a la Tierra con el papel de mamá.
El ángel sigue preguntando:
“¿Quién desea ser la abuelita, el leñador…?”
Y se van escogiendo las almas que van bajando a la Tierra con ese papel.
Entonces, por último, el ángel pregunta:
“¿Quién desea ser el lobo?”
Nadie. Ningún alma alza la mano. Nadie querría ese papel espantoso.
El ángel pregunta algunas veces más y al ver que nadie alza la mano, el dice:
“No puede haber cuento si no hay lobo. ¿Quién desea ser el lobo?”
Y entonces, alguien que andaba por ahí alza la mano entre la multitud de almas. Todas miran a aquella alma que alza la mano con asombro e incredulidad.
El ángel mira el alma que alzo la mano y le dice:
“Muy bien. Tu serás el lobo. Pero dime… ¿Por qué escogiste ser el lobo?
Y aquella alma contesta:
“Porque necesito bajar a la tierra a vivir ciertas cosas para mi evolución, pero sobre todo, porque yo amo tanto a Caperucita que en verdad quiero que aprenda lo que necesita aprender en la
Tierra”.
Así que bueno. Este cuento ilustra como aquellos que parecen nuestros villanos en realidad son almas que de alguna forma necesitan aprender también cosas y enseñarnos a nosotros algunas.
¿Y qué nos quiere enseñar un alma que nos hace daño?
Nos enseña a tener tener más consciencia. Consciencia de las cosas que no hemos tenido cosnciencia y necesitábamos experimentar.
Una forma de cambiar el pasado es cambiar la forma en cómo vemos las cosas. Si nos vemos como víctimas, entonces esto nos perseguirá todo el tiempo. Si aprendemos poco a poco a ver a las
personas que nos hirieron como nuestros maestros de vida, entonces podremos enriquecernos de todo lo que vivimos.
Soltando el pasado…
Un ejercicio para empezar a soltar el pasado es escribir una carta a la persona que sentimos nos hirió. Escribe esta carta y suelta todo lo que sentiste, di las cosas espontáneamente y déjate
llevar por tus sentimientos, expresa todo en esta carta y libera tus pensamientos más reprimidos. Evita decir cosas como “No vale la pena” “Ya no tiene caso” “¡Ya lo olvidé!”
A muchas personas les cuesta reconocer su enojo, o sienten no se deben enfadar porque no se les permitía enfadarse con sus padres, etc. Pero si estás leyendo esto, es por algo. Date el permiso de explorar lo que sientes y liberarlo.
Las emociones son energía muy poderosa que nos influye, y muchas de ellas están guardadas y negadas. Te quitaras un peso grande de encima si te das el permiso de explorarte. Tus relaciones, economía y salud mejoraran notablemente, empezaras a sentirte muy distinto si te permites entrar más profundo en ti. No juzgues tu enojo ni tu violencia, todo se ha puesto en la naturaleza con una finalidad. Nadie te juzgara si eres en verdad franco y sincero.
Una vez que hagas la carta y te liberes de lo que sientes, y reproches o reclames, y dejes fluir tus sentimientos de violencia si los hay, entonces puedes escribir n la zona de comentarios y aquí te guiamos para que puedas en verdad dejar atrás el pasado e iniciar con energía fresca y nueva tu vida.
sentimientos de violencia? ¿Qué sientes cuando te acuerdas de eso en este momento? El pasado no es pasado hasta que realmente pasa. Mientras el pasado nos genere sentimientos de enojo,
resentimiento, dolor o culpa, entonces aun no ha pasado y está muy presente, sombreando la vida actual.
Es difícil a veces soltar cosas del pasado, sobre todo cuando nos hicieron sentir emociones fuertes que nos llevaron a sentirnos limitados, frustrados o impotentes, sobre todo cuando éramos
niños o adolescentes y no podíamos defendernos o hacer algo al respecto y nos sentimos demasiado heridos.
Las emociones sentidas en el pasado, cuando no son sanadas, suelen repetirse durante nuestra vida de alguna u otra forma, y las emociones como la culpa y el resentimiento suelen sombrear
aunque no lo notemos nuestra capacidad de disfrutar la vida plenamente.
¿Cómo sanar el pasado?
Hay heridas desde pequeñas hasta en verdad profundas. Sin embargo, para sanar cualquier herida del pasado, se necesita entender que cada cosa que nos pasa en esta vida nos sucede
principalmente por algo: aprender lo que es el amor.
El amor puede resultar repugnante, cursi y superficial cuando alguien nos ha hecho algo. ¿Cómo se puede hablar de amor cuando se odia o se repugna? ¿Cómo se puede ser comprensivo con quien
abusa de uno, lo ultraja o lo maltrata?
Parece una misión imposible cuando solo vemos las cosas de forma superficial. Cuando uno ve la punta de un iceberg, no se imagina todo el hielo que hay debajo. La punta del iceberg son las
experiencias que nos suceden. Pero en todas hay profundidad.
¿Por qué a mi?
La profundidad de todas las experiencias es el aprendizaje. Aprender a contestar el “¿Por qué a mi?” encierra un gran aprendizaje.
Para esto, me gustaría contar una historia que quizá ayude a sanar el pasado:
Estaban las almas en el jardín del cielo, esperando su turno para venir a la Tierra a vivir un “cuento”.
Entonces, un ángel pregunta en el cielo:
“¿Quién desea ser Caperucita?”
Y todas las almas alzan la mano. Todas querían ser Caperucita. Pero solo se escoge a un alma.
Luego el ángel pregunta:
“¿Quién desea ser la mamá?”
Y muchas almas alzan la mano. Pero solo se escoge a una. Y baja a la Tierra con el papel de mamá.
El ángel sigue preguntando:
“¿Quién desea ser la abuelita, el leñador…?”
Y se van escogiendo las almas que van bajando a la Tierra con ese papel.
Entonces, por último, el ángel pregunta:
“¿Quién desea ser el lobo?”
Nadie. Ningún alma alza la mano. Nadie querría ese papel espantoso.
El ángel pregunta algunas veces más y al ver que nadie alza la mano, el dice:
“No puede haber cuento si no hay lobo. ¿Quién desea ser el lobo?”
Y entonces, alguien que andaba por ahí alza la mano entre la multitud de almas. Todas miran a aquella alma que alza la mano con asombro e incredulidad.
El ángel mira el alma que alzo la mano y le dice:
“Muy bien. Tu serás el lobo. Pero dime… ¿Por qué escogiste ser el lobo?
Y aquella alma contesta:
“Porque necesito bajar a la tierra a vivir ciertas cosas para mi evolución, pero sobre todo, porque yo amo tanto a Caperucita que en verdad quiero que aprenda lo que necesita aprender en la
Tierra”.
Así que bueno. Este cuento ilustra como aquellos que parecen nuestros villanos en realidad son almas que de alguna forma necesitan aprender también cosas y enseñarnos a nosotros algunas.
¿Y qué nos quiere enseñar un alma que nos hace daño?
Nos enseña a tener tener más consciencia. Consciencia de las cosas que no hemos tenido cosnciencia y necesitábamos experimentar.
Una forma de cambiar el pasado es cambiar la forma en cómo vemos las cosas. Si nos vemos como víctimas, entonces esto nos perseguirá todo el tiempo. Si aprendemos poco a poco a ver a las
personas que nos hirieron como nuestros maestros de vida, entonces podremos enriquecernos de todo lo que vivimos.
Soltando el pasado…
Un ejercicio para empezar a soltar el pasado es escribir una carta a la persona que sentimos nos hirió. Escribe esta carta y suelta todo lo que sentiste, di las cosas espontáneamente y déjate
llevar por tus sentimientos, expresa todo en esta carta y libera tus pensamientos más reprimidos. Evita decir cosas como “No vale la pena” “Ya no tiene caso” “¡Ya lo olvidé!”
A muchas personas les cuesta reconocer su enojo, o sienten no se deben enfadar porque no se les permitía enfadarse con sus padres, etc. Pero si estás leyendo esto, es por algo. Date el permiso de explorar lo que sientes y liberarlo.
Las emociones son energía muy poderosa que nos influye, y muchas de ellas están guardadas y negadas. Te quitaras un peso grande de encima si te das el permiso de explorarte. Tus relaciones, economía y salud mejoraran notablemente, empezaras a sentirte muy distinto si te permites entrar más profundo en ti. No juzgues tu enojo ni tu violencia, todo se ha puesto en la naturaleza con una finalidad. Nadie te juzgara si eres en verdad franco y sincero.
Una vez que hagas la carta y te liberes de lo que sientes, y reproches o reclames, y dejes fluir tus sentimientos de violencia si los hay, entonces puedes escribir n la zona de comentarios y aquí te guiamos para que puedas en verdad dejar atrás el pasado e iniciar con energía fresca y nueva tu vida.