Hace unos meses leí un Proverbio Zen que me encantó y lo hice mío desde el primer instante, "El maestro llega cuando el alumno está preparado", y que cierto es, todo llega en su momento exacto, ni un segundo antes ni uno después, debemos de confiar en el universo y admitir lo que nos trae en todo momento, tanto si es bueno como si es malo, todo tiene un por qué, todo tiene un sentido, debemos dejarnos fluir y ante todo confiar, todo lo que ocurre en cada momento es lo perfecto.
Nuestra vida es mucho más de lo que podemos ver, tiene una
trascendencia y todo tiene una razón de ser. Cuando decimos que todo
llega a su preciso momento, hablamos de que las cosas no suceden justo
cuando queremos que ocurran, las cosas llegan cuando estamos preparados
para recibirlas, nunca antes, ni después.
Es muy distinto trabajar por algo que uno desea conseguir que
aferrarse y lamentarse por la idea de no tenerlo, en ese momento las
energías nos juegan en contra y comenzamos a materializar más cosas
asociadas a la frustración, el apego y el sufrimiento. Cuando deseamos
que algo ocurra, tenemos que preparar nuestro terreno para recibirlo.
Qué podemos hacer para alinearnos con lo que queremos:
Relajarnos:
Si nos relajamos vibramos en la misma frecuencia de lo que queremos,
cuando nos sentimos ansiosos, fatigados, estresados por no conseguir
algo, nos desconectamos de nuestro poder de manifestar.
No busques, no revises, no preguntes o demandes, relájate. Si te relajas viene, si te relajas estará allí disponible para ti. Si te relajas empiezas a vibrar acorde a tu deseo.
Osho
Ver el lado amable de la situación:
Cuando vemos el lado positivo de lo que tenemos justo ahora, podremos crecer con la situación y esto nos permitirá continuar.
Tener paciencia:
Tener paciencia nos permitirá esperar sin desesperar, alimentaremos
nuestras capacidades mientras vivimos nuestro presente sin añorar nada
más.
La paciencia es la más grande de las oraciones
Buda
Agradecer:
Cuando agradecemos el universo nos ofrece más y más cosas que
agradecer. La gratitud nos permite automáticamente generar pensamientos
positivos, dando paso a un bienestar físico y mental que nos facilitará
recibir cosas positivas.
Aceptar:
Podemos observar como un espectador lo que nos ocurre y sencillamente
aceptarlo, concienciarnos que todo tiene un porqué. Aceptar, nos abre
espacios para vivir nuevas experiencias, quizás entre ellas está la que
anhelamos
Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir
y pelear contra una situación que no puedes cambiar.
Dalai lama
Abre las puertas de tu corazón a lo mejor de la vida, a las
bendiciones más grandes, piensa en positivo, cuando manifestamos algo en
nuestra vida, es porque justamente es lo que nos conviene vivir en ese
momento para nuestro crecimiento. Lo que no ocurre o lo que no hemos
podido conseguir es porque no estamos listos o porque podemos vivir
situaciones que superen nuestras expectativas, que no llegan a nosotros
justamente por aferrarnos a algo que por algún motivo no nos conviene
vivir. Confía, nada es casualidad, todo ocurre por algo.