EL LAZO INVISIBLE
Bajo la calurosa luz del sol, una caravana atravesaba las arenas del desierto. Poco antes del atardecer se detuvieron para preparar el campamento donde iban a pernoctar. Un joven al que habían contratado para que se ocupara de los camellos se le acercó al jefe del grupo diciéndole:
- Tengo un problema, son 18 camellos y solo tengo 17 cuerdas para amarrarlos.
- Eso no es ningún problema – le dijo el jefe – los camellos no son muy
inteligente. Amarra los primeros 17 y luego te acercas al último y
simulas amarrarlo a él también. Como habrá visto que todos sus
compañeros fueron amarrados y habrá sentido que te acercaste a hacerle
lo mismo, se quedará quieto toda la noche pensando que él también está
atado.
El joven fue a hacer lo que le dijo el jefe sin protestar pero sin creer nada de lo que había escuchado. Al terminar se percató de que el último camello se quedó tranquilo junto a sus compañeros.
El joven fue a hacer lo que le dijo el jefe sin protestar pero sin creer nada de lo que había escuchado. Al terminar se percató de que el último camello se quedó tranquilo junto a sus compañeros.