El ideal de vida de un ser humano es ser feliz, sentirse pleno y satisfecho consigo mismo.
Sin embargo, en ocasiones la alta autoestima desaparece y es cuando
empiezas a atentar contra ti mismo, a elegir caminos equivocados, a
menospreciarte o juzgarte; olvidas lo valioso que eres y dejas de lado
la armonía que te rodea, y es ahí cuando tiendes a arruinar tu vida.
Te invitamos a conocer esta reflexión
que sin duda te hará recordar que como ser humano que eres tienes un
mundo lleno de alegría y situaciones positivas a tu alrededor… nunca
está de más un recordatorio de este estilo.
¿Sabes?, la vida no es una línea recta.
No es un conjunto de etapas básicas donde todo va de acuerdo a lo
programado. No necesariamente tienes que graduarte, formar una familia o
hacer una carrera a cierta edad. No estás obligado a casarte a los 25 y
a ser jefe a los 30.
Tienes derecho a retroceder, a no saber
qué es lo que te inspira. Puedes tomar un “tiempo fuera” para replantear
tu vida. Muchas veces se nos olvidan estas sencillas verdades. Desde
los años escolares nos “programamos”: entrar a tal universidad,
conseguir tal trabajo. Vamos cada mañana a trabajar incluso si no nos
gusta lo que hacemos, porque sentimos la obligación de cumplir con
nuestros propios conceptos de cómo debe ser la vida. Damos un paso,
luego otro, pensando que sólo estamos diligenciando la “lista de
control”, y de repente un día nos despertamos en la mañana deprimidos.
Así es como arruinamos nuestras vidas:
Arruinamos la vida al elegir a la persona equivocada.
¿Por qué nos urge acelerar las relaciones? ¿Por qué queremos estar con
alguien lo más pronto posible en lugar de ser alguien? Créeme, el amor
que se escoge por comodidad, que sale de la necesidad de dormir al lado
de alguien, que se determina con nuestra necesidad de atención, y no con
la pasión, nunca te inspirará a levantarte a las 6 de la mañana para
cambiar el mundo. Debes dirigir tu rumbo hacia el amor fundamental: el
tipo de relación que nos hace una mejor persona cada día.
”Pero no quiero estar solo”, muchas
veces te dices a ti mismo. Pasa un tiempo en soledad. Come solo,
organiza citas contigo mismo, duerme solo. Así podrás conocerte mejor.
Crecerás como persona, sabrás qué es lo que te inspira, pensarás en tus
sueños y convicciones. Y cuándo conocerás a la persona que hará que cada
célula de tu cuerpo baile, estarás seguro de ella, porque estarás
seguro de ti mismo. Espera. Te pido por favor que esperes el amor, que
luches por él, que te esfuerces por él porque es el sentimiento más
lindo que puede llegar a experimentar tu corazón.
Arruinamos nuestra vida al permitir que el pasado la domine.
Algunas cosas no suceden inevitablemente. En la vida de cada quien hay
momentos difíciles: dolor, confusión, días en los cuales nos sentimos
inútiles e innecesarios. Hay instantes que quedarán con nosotros para
siempre, y hay palabras que nos lastiman. No podemos permitir que esos
momentos determinen nuestro destino: son sólo situaciones desagradables o
palabras. Si dejas que cada evento negativo en tu vida cambie tu
percepción de ti mismo, empezarás a ver el mundo de manera negativa.
Dejarás ir las oportunidades y te
convencerás a ti mismo de que eres demasiado tonto porque no te
ascendieron hace cinco años. Dejarás ir al amor de tu vida por creer que
no eras lo suficientemente bueno para tu pareja anterior y no le
creerás a nadie que te diga lo hermoso que eres. Es un proceso de
autodestrucción cíclico. Si no dejas ir el pasado, siempre verás el
presente de manera distorsionada, lamentándote por tus fracasos.
Arruinamos nuestra vida al compararnos con los demás.
La cantidad de personas que te siguen en Instagram no disminuye ni
aumenta tu importancia. La cantidad de dinero en tu cuenta bancaria no
afecta tus cualidades humanas, tu inteligencia o tu felicidad. La
persona que tiene el doble de lo que tienes tú, no es más valiosa ni
goza más de la vida que tú. Dependemos tanto de lo que les gusta a
nuestros amigos, que esto nos destruye creando en nosotros una necesidad
enfermiza de sentirnos importantes, estamos dispuestos a todo para
crear el éxito ilusorio que luego podemos presumir en las redes
sociales.
Arruinamos nuestra vida al no permitirnos sentir.
Tememos hablar demasiado y decirles a las personas lo que significan
para nosotros. Al demostrarle a alguien su importancia para ti, te
vuelves vulnerable. Sin embargo, esto no tiene nada de vergonzoso. Hay
algo mágico en los momentos en los que desnudas tu alma y dices la
verdad acerca de tus sentimientos. Dile a aquella chica que ella te
inspira. Dile a tu madre cuánto la quieres enfrente de sus amigos.
Expresa tus sentimientos. Abre tu corazón, no dejes que se vuelva duro.
Sé valiente en el amor.
Arruinamos nuestra vida al permanecer en nuestra zona de confort.
Al final del día, ¿sientes alegría de vivir? Cuando nos conformamos con
algo menor de lo que queríamos desde el principio, destruimos nuestro
propio potencial y nos engañamos a nosotros mismos. Tal vez, el
siguiente Miguel Ángel ahora está trabajando en su portátil haciendo
unas facturas por la compra de alfileres porque tiene que solventar los
gastos de alguna manera, o porque se siente cómodo con esto, o porque
cree que es aceptable para él. No dejes que esto pase contigo. No
arruines tu vida de esta manera. La vida y el trabajo, la vida y el
amor, están inseparablemente vinculados entre sí. Necesitamos hacer un
trabajo extraordinario, necesitamos buscar un amor extraordinario. Sólo
de esta manera podremos vivir una vida extraordinaria.