¿Es posible amar sin equivocarnos tanto y que el sufrimiento sea la
excepción y no la regla? ¿Cómo amar sin morir en el intento y aun así
disfrutarlo y sentir su irrevocable pasión? Preguntas muy interesantes
que alguna vez pudimos habernos hecho sin encontrar una clara respuesta.
Sin embargo, Walter Riso nos propone una serie de principios que
podrían ayudarnos a encontrar un camino hacia el amor sin sufrimiento.
En esta ocasión destacaremos algunos puntos importantes de su libro
titulado: MANUAL PARA NO MORIR DE AMOR. Diez Principios de Supervivencia
Afectiva.
Walter Riso es un reconocido psicólogo italiano, graduado en la
Universidad de Colombia y master en bioética. Desde hace casi treinta
años trabaja como terapeuta, práctica que alterna con el ejercicio de la
cátedra universitaria, la realización de investigaciones en la práctica
clínica y publicaciones científicas y de divulgación psicológica.
Cuenta con varias obras publicadas, entre las que se encuentra la que
en esta ocasión comentaremos, la cual, seguramente gran parte del
público ya habrá leído o, al menos, escuchado, ya que Walter Riso cuenta
con un número incalculable de seguidores.
Manual para No Morir de Amor
En general, este trabajo plasma algunos de los problemas que
convierten el amor en un motivo de agonía y angustia, y propone una
serie de principios básicos de supervivencia afectiva con el fin de
proporcionar algunas herramientas para no morir de amor y, de esta
forma, cambiar nuestra concepción del amor tradicional por una más
renovada y saludable. Esta obra contiene útiles consejos ante
situaciones comúnmente vistas (con las que muchas personas nos
identificamos), y que debemos tener en cuenta para asegurar una vida
emocional plena y saludable. Como todo en la vida, un cambio requiere de
decisión, esfuerzo, amor propio, voluntad y sentido de desapego….tal
vez no sea fácil, pero tampoco resulta imposible comenzar a amarnos
primero a nosotros mismos. Por lo anterior, sugiero leer todo el libro,
entenderlo, reflexionar concienzudamente y tomar de sus páginas lo que
consideremos adecuado para nosotros. En lo personal, el trabajo que
este autor realiza es sobresaliente y de gran utilidad, sobre todo,
para quienes hemos atravesado por relaciones complicadas y adversas.
Los 10 principios de supervivencia afectiva:
1. Si ya no te quieren, aprende a perder y retírate dignamente.
Es primordial, decirse uno mismo: ¿quiero estar con una persona que
no me quiere? Hay que saber perder, reconocerse perdedor, aunque duela,
pero es menos doloroso perder una relación, que perder una vida en una
relación, insistiendo en algo que ya no existe. Es mejor utilizar toda
esa energía en recuperarse uno mismo, alejándose de la fuente del dolor.
2. Casarse con el amante es como echarle sal al postre.
¿Amante o no amante? ¿Hay algún riesgo que te quedes sin pareja y sin
amante? ¿Conoces a tu amante lo suficiente para saber si son
compatibles para una vida de pareja? ¿Es realmente amor, o es sólo
pasión, sexo, placer? ¿Eres capaz de confiar en la fidelidad del que fue
amante y ahora comparte tu vida? Solamente un pequeño porcentaje de
amantes que acaban casándose o se van a vivir juntos, mantienen una
relación que funcione”, mantiene el experto.
3. Evita el sacrificio irracional: no te anules para que tu pareja sea feliz.
Este punto se refiere a la costumbre que tienen muchas personas de
tratar de ser menos por todos los medios, para que la pareja se sienta
más. Muchas veces la poca capacidad de la pareja nos duele, e intentamos
eliminar este sufrimiento a cualquier precio, hundiéndonos para que la
pareja salga a flote. Esta conducta se llama autoaniquilación
psicológica por afecto.
4. ¿Ni contigo ni sin ti? ¡Corre lo más lejos posible!
La indecisión es una manera distorsionada de amar. Muchas veces, sin
darnos cuenta, hacemos daño a nuestra relación de pareja entre un sí
quiero pero no. Para aquellos enamorados a quienes su pareja martiriza
con el tan manido “ni contigo ni sin ti”, Riso aconseja que corran con
todas las fuerzas lo más lejos posible y no salten al compás del otro,
sino que sean rotundos y contundentes en el “se acabó”. Si deseas una
relación de pareja, iniciala con una persona COHERENTE entre sus actos y
sentimientos.
5. El poder afectivo lo tiene quien necesita menos al otro.
Otro principio de supervivencia radica en alertar sobre que el poder
afectivo lo tiene quien necesita menos del otro, y no faltan quienes
intentan sacarle provecho con el mensaje implícito de que se irán si no
le dan lo que desea. La solución radica en recuperar la autonomía, el
propio poder, asumir la libertad. El apego idiotiza.
6. No siempre un clavo saca a otro: a veces, los dos quedan adentro.
Es innegable que existen amores enquistados, aquellos que pasa el
tiempo y siguen estando ahí, entonces muchas veces ocurre que se piensa
en conocer a alguien para olvidar el pasado, pero esto casi nunca es una
buena opción, ya que al final, el clavo se hunde más si añades
otro. Primero hay que sacar el viejo clavo y luego, si tienes suerte,
hallarás una persona que valga la pena y que pueda a entrar en tu vida
tranquila y sin estorbos del exterior.
7. Si el amor no se ve ni se siente, no existe o no te sirve.
El amor se nota, y mucho. Cuando hay amor de verdad, se ve, se siente
que te admiran, que te quieren, que te respetan, por lo tanto no se
debe consentir nunca la indiferencia, el desprecio, las justificaciones,
la falta de comunicación, la falta de prioridades. O te aman o no te
aman, No hay más.
8. No idealices al ser amado: míralo como es, crudamente y sin anestesia.
Uno de los errores capitales, la idealización. Muchas veces se hace
porque necesitamos justificar las necesidades de nuestro ego,
idolatrando a alguien al que apenas conocemos. Se recomienda identificar
las distorsiones, mira la realidad tal cual es, no magnificar ni rendir
pleitesía a nadie.
9. El amor no tiene edad, pero los enamorados sí.
Los contrastes generacionales es el punto a tener en cuenta, es
decir, no es lo mismo una relación de alguien de 20 con alguien de 30,
que alguien de 30 con alguien de 40. Son situaciones de madurez, estados
emocionales e ideales diferentes, aunque hay relaciones que puedan
prosperar, lo que hay que tener en cuenta básicamente es pensar qué se
quiere para la vida.
10. Algunas separaciones son instructivas; te enseñan lo que no quieres saber del amor.
Lo fundamental en este punto es no ver la separación como un trauma,
tomarse la ruptura como un paso más hacia el aprendizaje personal, tener
claro que en todas las relaciones siempre hay un 50% de responsabilidad
de cada uno, ser consciente de los errores, de la falta de límites. No
se debe añorar algo inexistente, esa es la premisa de la que se debe
partir. “Tienes la obligación, el deber y el poder para contigo mismo de
empezar de nuevo. Arranca de cero, siéntete un triunfador por tener las
fuerzas y las agallas para ello, recuerda siempre que ahora tienes a tu
favor que sabes lo que NO QUIERES para ti”.
En general los principios que propone Riso, se basan en
reacciones, patologías, hábitos o impulsos que mucha gente solemos
manifestar dentro de una relación, como pueden ser la dependencia, la
compulsividad, la idealización, los celos, la indecisión y el apego, así
como las reacciones ante situaciones de ruptura amorosa. Por tanto,
debemos ser capaces de entender cómo percibimos nuestras relaciones, y
cómo enfrentamos nuestros sentimientos, emociones y pensamientos, ya
que es fundamental para determinar nuestra vida.
Es imprescindible analizar las situaciones que se nos presenten y
enfrentarlas de la manera más adecuada, y no seguir bajo los juegos que
la mente y los apegos pueden crear. Es importante informarse, mantener
un equilibrio emocional, una autoestima sana, entre otras acciones, con
el fin de asumir razonablemente cualquier tipo de situación.