Artículo: El Corazón No Entiende De Tesoros

2 de septiembre de 2016

 ¿Qué es más noble para el corazón? Decía el poeta… Muchas veces nos han incitado a no cambiar de vida o de lo que fuera argumentando que teníamos un gran tesoro a nuestro lado. Pero el corazón no entiende de tesoros, se guía por la imprudencia, por la fatalidad de perderlo todo a cambio de nada.

El corazón no se apega a las cosas, ni a las personas, ni a los deseos. Sigue sus dictados más allá de lo que la mente juzgue como bueno o necesario. Si lo dejamos libre, llena nuestras vidas de cambios, de enseñanzas, de aprendizajes, de futilidad. Sus arrebatos nos conducen hacia experiencias nunca imaginadas, hacia excitantes aventuras jamás soñadas.

Por eso no valora la pérdida como algo negativo, sino como algo necesario para potenciar las experiencias que lo engrandecen, que lo elevan hacia otras visiones y mundos. Sin importar el tamaño o el valor de aquello que deja atrás, sigue adelante con su sentir más profundo, a veces en silencio, a veces a pleno día.
El corazón siempre mira adelante, siempre desea guiarnos por aquello que realmente necesitamos como almas libres, como seres peregrinos que deambulan por este misterioso preludio.

Hay personas que se aferran a una idea, a un estado, a una relación, a un sentimiento, a un núcleo indestructible de por vida. El corazón es experto en destruir razones para potenciar la incertidumbre. Nos precipita a experiencias que sólo son posibles tras una ruptura inevitable.

El corazón huye de la norma, de lo mediocre, de lo ordinario y razonable. No hay previsión posible, no hay camino deducible. Su única premisa es el cambio, el saberse guía y señor de un camino aparentemente incierto.

Ese es el motivo por el cual nos cuesta tanto seguir los designios del corazón. Eso que a veces llamamos corazonadas no es más que la intuición de una enseñanza superior, de algo que nos ha de conducir hacia un aprendizaje interior elevado. Sufriremos por ello, porque todo cambio y toda nueva perspectiva produce fricción y pérdida, pero luego, con el tiempo, nos daremos cuenta de lo acertado de haber seguido sus sendas.

La sociedad nos incita a ser proteccionistas, a asegurar todo aquello que poseemos. El corazón nos empuja al más absoluto desapego, al caos. Sabe que nada nos pertenece, que nada podemos fijar eternamente y nos prepara para ello. No hay riqueza ni emoción ni posesión que pueda durar toda una vida. Por eso el corazón nos advierte de la necesidad del desprendimiento.

Nos parecen una locura sus señales. Sus estaciones, sus motivaciones, sus cambios repentinos. Pero albergan un propósito mayor más allá de su caprichosa impermanencia, más allá de nuestra pobre comprensión.

Siempre siente un amor universal hacia todas las cosas existentes, y por eso, una necesidad vital de querer abrazarlas todas.Guiarse por el corazón es guiarse por la vida. Es lo que nos conecta al ciclo vital, a la existencia más profunda, a la vivencia clara y poderosa.

¿Qué pasa cuando no seguimos el dictado del corazón y vamos en contra de lo que sentimos?

Nos convertimos en sombras patéticas, en espectros deprimidos. Por ende es vital que encontremos el sentido de la vida. Si no, ¿Para qué nacimos?, ¿Para vegetar?, ¿Para cumplir funciones biológicas? No lo creo. Nacemos para expresar nuestro mayor potencial, nuestras capacidades únicas, las que podemos y debemos encontrar en el interior y entregar al mundo.

La verdad palpita en tu corazón, y el amor que habita en tu corazón es tu verdadera esencia. Aquello que proviene del alma surge en estado puro. Por ello ábrete al cambio, deja atrás las viejas creencias y la imagen de quien no eres.

Si uno hace lo que piensa que se espera de él, si lo que elije parte del miedo, el resultado estará alejadísimo de lo que su interior desea. Así que no temas perder el amor de los demás. Ámate a ti mismo, que tu relación con el Universo fluirá a pura armonía. Responzabilízate de tus propias creencias, las que te dicta el corazón, tu interior. Escúchalo y acciona de acuerdo a él, puesto que su discernimiento jamás se basa en el miedo, puesto que no analiza sino que se abre a miles de caminos sanos y anhela que vivas con y alegría y satisfacción cada momento.
Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otro. No te dejes atrapar por el dogma que implica vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejes que el ruido de las opiniones de los demás ahogue tu propia voz interior. Y lo que es más importante, ten el coraje de seguir a tu corazón y tu intuición. De algún modo él ya sabe lo que realmente quieres llegar a ser. Todo lo demás es secundario.- Steve Jobs
Y sigamos con el corazón… Porque si construyes desde el corazón, ninguna tormenta podrá derribarte los cimientos. En cambio el frágil intelecto se la pasa cuestionando.

El corazón es la fuente de sabiduría, de la totalidad. No juzga, se presenta en el silencio, sin necesidad de demostrar nada. Vivamos a partir de nuestro corazón, si deseamos lograr calma, paz y un guía confiable.
El amor es una cualidad que crece cuando compartes y muere cuando intentás encerrar… Una persona que no desarrolla amor, nunca conocerá qué música ha sonado en su corazón. Dejemos, entonces, que nuestros latidos impongan el ritmo.

 
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