¿Qué
es más noble para el corazón? Decía el poeta… Muchas veces nos han
incitado a no cambiar de vida o de lo que fuera argumentando que
teníamos un gran tesoro a nuestro lado. Pero el corazón no entiende de
tesoros, se guía por la imprudencia, por la fatalidad de perderlo todo a
cambio de nada.
El corazón no se apega a las cosas, ni a las
personas, ni a los deseos. Sigue sus dictados más allá de lo que la
mente juzgue como bueno o necesario. Si lo dejamos libre, llena nuestras
vidas de cambios, de enseñanzas, de aprendizajes, de futilidad. Sus
arrebatos nos conducen hacia experiencias nunca imaginadas, hacia
excitantes aventuras jamás soñadas.
Por eso no valora la pérdida
como algo negativo, sino como algo necesario para potenciar las
experiencias que lo engrandecen, que lo elevan hacia otras visiones y
mundos. Sin importar el tamaño o el valor de aquello que deja atrás,
sigue adelante con su sentir más profundo, a veces en silencio, a veces a
pleno día.
El corazón siempre mira adelante, siempre desea
guiarnos por aquello que realmente necesitamos como almas libres, como
seres peregrinos que deambulan por este misterioso preludio.
Hay
personas que se aferran a una idea, a un estado, a una relación, a un
sentimiento, a un núcleo indestructible de por vida. El corazón es
experto en destruir razones para potenciar la incertidumbre. Nos
precipita a experiencias que sólo son posibles tras una ruptura
inevitable.
El corazón huye de la norma, de lo mediocre, de lo
ordinario y razonable. No hay previsión posible, no hay camino
deducible. Su única premisa es el cambio, el saberse guía y señor de un
camino aparentemente incierto.
Ese es el motivo por el cual nos
cuesta tanto seguir los designios del corazón. Eso que a veces llamamos
corazonadas no es más que la intuición de una enseñanza superior, de
algo que nos ha de conducir hacia un aprendizaje interior elevado.
Sufriremos por ello, porque todo cambio y toda nueva perspectiva produce
fricción y pérdida, pero luego, con el tiempo, nos daremos cuenta de lo
acertado de haber seguido sus sendas.
La sociedad nos incita a
ser proteccionistas, a asegurar todo aquello que poseemos. El corazón
nos empuja al más absoluto desapego, al caos. Sabe que nada nos
pertenece, que nada podemos fijar eternamente y nos prepara para ello.
No hay riqueza ni emoción ni posesión que pueda durar toda una vida. Por
eso el corazón nos advierte de la necesidad del desprendimiento.
Nos
parecen una locura sus señales. Sus estaciones, sus motivaciones, sus
cambios repentinos. Pero albergan un propósito mayor más allá de su
caprichosa impermanencia, más allá de nuestra pobre comprensión.
Siempre
siente un amor universal hacia todas las cosas existentes, y por eso,
una necesidad vital de querer abrazarlas todas.Guiarse por el corazón es
guiarse por la vida. Es lo que nos conecta al ciclo vital, a la
existencia más profunda, a la vivencia clara y poderosa.
¿Qué pasa cuando no seguimos el dictado del corazón y vamos en contra de lo que sentimos?
Nos
convertimos en sombras patéticas, en espectros deprimidos. Por ende es
vital que encontremos el sentido de la vida. Si no, ¿Para qué nacimos?,
¿Para vegetar?, ¿Para cumplir funciones biológicas? No lo creo. Nacemos
para expresar nuestro mayor potencial, nuestras capacidades únicas, las
que podemos y debemos encontrar en el interior y entregar al mundo.
La
verdad palpita en tu corazón, y el amor que habita en tu corazón es tu
verdadera esencia. Aquello que proviene del alma surge en estado puro.
Por ello ábrete al cambio, deja atrás las viejas creencias y la imagen
de quien no eres.
Si uno hace lo que piensa que se espera de él,
si lo que elije parte del miedo, el resultado estará alejadísimo de lo
que su interior desea. Así que no temas perder el amor de los demás.
Ámate a ti mismo, que tu relación con el Universo fluirá a pura armonía.
Responzabilízate de tus propias creencias, las que te dicta el corazón,
tu interior. Escúchalo y acciona de acuerdo a él, puesto que su
discernimiento jamás se basa en el miedo, puesto que no analiza sino que
se abre a miles de caminos sanos y anhela que vivas con y alegría y
satisfacción cada momento.
Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otro. No te dejes atrapar por el dogma que implica vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejes que el ruido de las opiniones de los demás ahogue tu propia voz interior. Y lo que es más importante, ten el coraje de seguir a tu corazón y tu intuición. De algún modo él ya sabe lo que realmente quieres llegar a ser. Todo lo demás es secundario.- Steve Jobs
Y
sigamos con el corazón… Porque si construyes desde el corazón, ninguna
tormenta podrá derribarte los cimientos. En cambio el frágil intelecto
se la pasa cuestionando.
El corazón es la fuente de sabiduría, de
la totalidad. No juzga, se presenta en el silencio, sin necesidad de
demostrar nada. Vivamos a partir de nuestro corazón, si deseamos lograr
calma, paz y un guía confiable.
El amor es una cualidad que crece
cuando compartes y muere cuando intentás encerrar… Una persona que no
desarrolla amor, nunca conocerá qué música ha sonado en su corazón.
Dejemos, entonces, que nuestros latidos impongan el ritmo.