En la actualidad, compartimos momentos de nuestras vidas a través de internet constantemente. Exponemos nuestras fotos, vídeos y pensamientos esperando recibir un “me gusta” a cambio. ¿Para qué? ¿Necesitamos la aprobación de gente que no vemos a menudo para sentir que nuestra vida es emocionante?
La realidad es que esto puede suponer una gran influencia de las redes sociales en nuestra autoestima. Y no sólo por la cantidad de interacciones que obtenemos con una publicación. Aunque no seamos del todo conscientes de ello, hay más factores a tener en cuenta para evitar problemas de autoestima asociados al uso de las nuevas tecnologías.
La importancia de las publicaciones de las redes sociales en nuestra autoestima
Es habitual seguir en redes sociales a influencers, marcas o revistas cuyas publicaciones se asemejan más a anuncios publicitarios que al día a día de las personas en general. De hecho, es habitual que el fin de estas publicaciones sea el de dar cobertura a algún producto en concreto.
Así, llegan a nuestros móviles imágenes poco realistas de cómo deberíamos ser nosotros y cómo debería ser nuestro día a día. Nos mandan un estereotipo de belleza y de estilo de vida que no es fácilmente alcanzable. Esto nos puede generar malestar y es una parte del impacto de las redes sociales en nuestra autoestima.
Cuando vemos que nuestra realidad no se corresponde con lo que se supone que debería ser, aparece el conflicto interno. Viendo estas publicaciones podemos fijarnos objetivos y metas poco realistas y difícilmente alcanzables. De esta manera, cuando veamos que no lo conseguimos, nuestra autoestima disminuye.
El ritmo de vida que siguen otras personas en redes sociales es complicado de conseguir para la gente de a pie. No tenemos los ingresos para viajar tanto como ellos, ni para comer en los mismos sitios, ni podemos vivir en las mismas casas. Pero eso no implica directamente que nuestra vida sea peor, sino simplemente que es distinta.
El impacto de las redes sociales en nuestra autoestima se ve en nuestra autoimagen
La realidad es que no solo afecta a las metas que nos podemos plantear en la vida. Ni siquiera es ahí donde surte un mayor impacto. El mayor problema que pueden acarrear las redes sociales en nuestra autoestima tiene que ver con la autoimagen de cada uno. En general se percibe que se proyecta una imagen femenina que está inclinada hacia una delgadez extrema.
El caso es que la autoimagen que cada uno desea para sí mismo, en general, se acerca bastante al prototipo que se refleja por los influencers y las marcas en las redes sociales. El impacto de todo esto en la autoestima es mayor a medida que aumenta el tiempo de exposición así como la frecuencia de conexión a las redes sociales. Como es de imaginar, el mayor riesgo de todo esto es que aparezcan trastornos de la conducta alimentaria.
Pero esta situación no afecta solo a las mujeres. En un estudio de Aparicio-Martínez et al. (2017) se encontró, a parte de lo ya mencionado, que los hombres buscaban también parecerse más al estereotipo de los chicos con cuerpos musculosos que aparecen en este tipo de medios. La diferencia entre ambos sexos estriba en que los varones presentan menos preocupación a la hora de llegar al canon de belleza.
Eso sí, hay que tener en cuenta que esto no le pasa a todo el mundo. En esta línea, tener una buena autoestima es un factor de protección frente a todo lo que hemos hablado. Por ello, es importante ser consciente de la importancia de otros aspectos de la vida para sentirse bien con uno mismo, de forma que nuestro bienestar psicológico se mantenga… ¡Por un impacto realista de las redes sociales en nuestra autoestima!