Cuando el cuerpo, la mente y espíritu están en armonía, la inteligencia biológica que regula los recursos del cuerpo, se intensifican. Eso es lo que nos transmite el Reiki y los Colores. Este sistema japonés armonización energético natural nos explica que son siete los colores que se unen directamente con los siete centros energéticos, los conocidos chakras. Estos tonos se corresponden con los siete colores del iris que produce un rayo de luz cuando, por refracción a través de una gota de agua se dispersa en diferentes ángulos.
Y es muy importante la influencia de los colores, entre otras cosas, para que esta armonía entre cuerpo, mente y espíritu fluya, por eso os voy a decir algunas características de lo que nos transmiten, para que al redearnos de ellos nos ayuden a tener una vida más tranquila y armoniosa.
Todos ellos deberíamos utilizarlos tanto en nuestros hogares como en el trabajo. Estaréis mejor. Probad, no hace falta saturar, pues basta con pequeños detalles como objetos decorativos, algún mueble, flores o alguna pared.
El color violeta: es un color para la transformación cuando estamos en periodos de cambios necesitamos de ese color. El violeta mantiene el equilibrio entre el cuerpo físico y la mente superior, favorece la meditación y es muy recomendable si se tiene insomnio así que ya sabemos dónde lo debemos poner: en nuestros dormitorios.
El azul índigo: se relaciona con el sexto chakra que está situado entre las cejas y es conocido como el tercer ojo. Está relacionado con la inteligencia, la sabiduría, el control de las sensaciones, sentimientos y visiones que proceden de nuestra intuición e instinto.
El azul claro: es un color protector, es más sedante que el verde, visualizarlo y sentirlo nos va a producir calma, tranquilidad, paz y serenidad. Cuando estemos estresados o con ansiedad sólo tenemos que observar el azul del cielo para sentir de cerca los beneficios de este color. Cuando tengamos problemas de sueño, visualizar el azul nos va a ayudar a conciliarlo. Ojo porque los tonos azules muy intensos pueden llegar a producir cansancio y falta de ánimo.
El color verde: representa el equilibrio y la armonía. Usa el verde cuando tengas fatiga mental y te sientas descentrado porque además es el primer color en el que descansa y se fija la retina de nuestros ojos y por ello alivia la fatiga ocular, nos ayuda a disminuir el estrés y eliminar sentimientos negativos. Los verdes de la naturaleza nos inducen a la relajación. Cuando necesites calmar tensiones del cuerpo y de la mente, tener sensaciones de paz, equilibrio y tranquilidad acércate a observar el verde que te regala la naturaleza.
El color amarillo: es poder personal, nos sube la autoestima y nos da confianza en nosotros mismos. Es el color de la emotividad. El amarillo tiene un efecto antidepresivo que nos ayuda a despertar el entusiasmo por la vida y levantar el ánimo cuando estamos bajos de moral o deprimidos, además de estimular la risa. El amarillo es el color de la sabiduría y proporciona la energía necesaria para tener claridad de pensamiento, agilidad y concentración mental. En exceso puede producir un efecto perturbador e inquietante. Está demostrado que los bebes lloran más en una habitación pintada de amarillo.
El color naranja: es un color relajarte, tranquilizante, cuando tenemos nervios, intranquilidad este color nos ayudara a relajarnos. El naranja es un color energético y estimulante pero sin tanta fuerza como el rojo. Está relacionado con el pensamiento positivo y las ganas de vivir. Por excelencia el naranja es un color social que aumenta las ganas de hacer amistades por la frecuencia positiva de sus vibraciones.
El color rojo: es el color de las ganas de vivir, la fuerza e ilusiones. El rojo nos proporciona seguridad y confianza ya que nos enraíza con la energía de la madre tierra y nos ayuda a sentir que estamos hechos de la misma energía que la hizo. Es el color del amor y la pasión por excelencia. Es el signo sexual de la naturaleza. El rojo es un color caliente, un color yang por eso es muy apropiado para vestir en el invierno.