Combatir la necesidad de aprobación (y conseguirlo) puede ser uno de los mejores favores que nos podemos hacer. Esta necesidad puede provocar todo tipo de efectos negativos, como alejarnos de los caminos por los que realmente queremos transitar. Y sin embargo, se trata de una necesidad o anhelo que todos hemos tenido alguna vez en algún grado.
Pero, que sea común, no implica que bajo determinados parámetros su carácter motivador pueda hacernos mucho daño. Por otro lado, es necesario separar el deseo de no ofender del deseo de agradar, al igual que es necesario separar aquellas acciones que agradan a los demás y que no se enfrentan a nuestros verdaderos deseos de aquellas acciones que sí lo hacen.
Pasos para combatir la necesidad de aprobación
Acabar con la necesidad de aprobación no es tarea de un día. Sin embargo, como dijo el filósofo oriental Lao-Tsé, “un camino de mil kilómetros comienza con el primer paso”. Aunque existen cientos de acciones que te pueden ayudar en esta tarea, algunas de las más efectivas han demostrado ser:
- Identificar las consecuencias de esta actitud.
- Cuidar de tu autoestima.
- Generar un locus de control interno.
Veamos cada uno de estos puntos.
1- Identificar las consecuencias de esta actitud
El mayor obstáculo que te vas a encontrar a la hora de combatir la necesidad de aprobación es precisamente reconocer que esta necesidad motiva tu comportamiento. Los estudios nos dice que la mayoría de nosotros no somos conscientes de todo lo que hacemos para agradar a los demás.
Para empezar, te propongo que hagas un ejercicio de análisis e identifiques cómo afecta la necesidad de aprobación a tu vida, hazte las siguientes preguntas. ¿Qué harías diferente si todo el mundo te quisiera hicieses lo que hicieses? Si fueras la última persona sobre la Tierra, ¿a qué dedicarías tu tiempo? Si nadie te fuera a juzgar, ¿cambiarías algo de tu vida?
Este tipo de preguntas te ayudarán a combatir la necesidad de aprobación, identificando qué has hecho movido por esta necesidad. Así, serás capaz de tomar la decisión de seguir con ciertos hábitos, de modificarlos o de eliminarlos.
2- Aumentar tu autoestima
Una valoración pobre de nosotros mismos, junto a los sentimientos derivados de esta valoración, puede hacer que nos volquemos en buscar la aprobación de los demás. Cuando tenemos dudas de nuestra “calidad”, la necesidad de que los demás nos refuercen con su aprobación aumenta. El problema es que, en ocasiones, esto nos llevará a comportarnos de una manera que realmente no nos gusta.
De esta forma, nuestra autoestima seguirá bajando, al sentir que estamos viviendo una vida un tanto ajena. Esto puede llegar a generar un círculo vicioso, en el que cada vez nos sintamos peor mientras buscamos todavía más aprobación de los demás.
Sin embargo, si trabajas para aumentar tu autoestima te darás cuenta de que combatir la necesidad de aprobación es cada vez más fácil. Da igual cómo lo hagas: quererte más a ti mismo debería convertirse en una de tus prioridades a partir de ahora.
3- Crearte un locus de control interno
Uno de los componentes clave de un buen autoconcepto es el locus de control interno. Este nombre tan extraño se refiere a la creencia de que tienes un poder grande sobre lo que te ocurre. Piensa: cuando te ocurre algo que no te gusta, ¿le echas la culpa a algo externo? O, por el contrario, ¿decides asumir la responsabilidad y trabajar para cambiarlo?
Si tienes un locus de control externo (es decir, crees que tu vida depende de factores sobre los que no puedes actuar), será más fácil que necesites la aprobación de los demás para sentirte bien. Por eso, aumentar la sensación de control volverá más la mirada hacia tu interior y menos hacia los demás. Piensa que hagas lo que hagas, siempre va a haber alguien a quien no le guste. Por eso, ¿por qué preocuparte de lo que piensen de ti?
Una vez que decides tomar las riendas de tu vida, combatir la necesidad de aprobación se vuelve extremadamente fácil. Al fin y al cabo, cuando estás haciendo lo que realmente quieres, las opiniones externas pasan a importar menos.
Las tres claves que hemos visto en este artículo para combatir la necesidad de aprobación se refuerzan mutuamente. Por lo tanto, escoge la que quieras y empieza a trabajarla. En poco tiempo, te darás cuenta de que lo que los demás opinen de ti ya no es una factor tan importante a la hora de decidir.
Pero, que sea común, no implica que bajo determinados parámetros su carácter motivador pueda hacernos mucho daño. Por otro lado, es necesario separar el deseo de no ofender del deseo de agradar, al igual que es necesario separar aquellas acciones que agradan a los demás y que no se enfrentan a nuestros verdaderos deseos de aquellas acciones que sí lo hacen.
Pasos para combatir la necesidad de aprobación
Acabar con la necesidad de aprobación no es tarea de un día. Sin embargo, como dijo el filósofo oriental Lao-Tsé, “un camino de mil kilómetros comienza con el primer paso”. Aunque existen cientos de acciones que te pueden ayudar en esta tarea, algunas de las más efectivas han demostrado ser:
- Identificar las consecuencias de esta actitud.
- Cuidar de tu autoestima.
- Generar un locus de control interno.
Veamos cada uno de estos puntos.
1- Identificar las consecuencias de esta actitud
El mayor obstáculo que te vas a encontrar a la hora de combatir la necesidad de aprobación es precisamente reconocer que esta necesidad motiva tu comportamiento. Los estudios nos dice que la mayoría de nosotros no somos conscientes de todo lo que hacemos para agradar a los demás.
Para empezar, te propongo que hagas un ejercicio de análisis e identifiques cómo afecta la necesidad de aprobación a tu vida, hazte las siguientes preguntas. ¿Qué harías diferente si todo el mundo te quisiera hicieses lo que hicieses? Si fueras la última persona sobre la Tierra, ¿a qué dedicarías tu tiempo? Si nadie te fuera a juzgar, ¿cambiarías algo de tu vida?
Este tipo de preguntas te ayudarán a combatir la necesidad de aprobación, identificando qué has hecho movido por esta necesidad. Así, serás capaz de tomar la decisión de seguir con ciertos hábitos, de modificarlos o de eliminarlos.
2- Aumentar tu autoestima
Una valoración pobre de nosotros mismos, junto a los sentimientos derivados de esta valoración, puede hacer que nos volquemos en buscar la aprobación de los demás. Cuando tenemos dudas de nuestra “calidad”, la necesidad de que los demás nos refuercen con su aprobación aumenta. El problema es que, en ocasiones, esto nos llevará a comportarnos de una manera que realmente no nos gusta.
De esta forma, nuestra autoestima seguirá bajando, al sentir que estamos viviendo una vida un tanto ajena. Esto puede llegar a generar un círculo vicioso, en el que cada vez nos sintamos peor mientras buscamos todavía más aprobación de los demás.
Sin embargo, si trabajas para aumentar tu autoestima te darás cuenta de que combatir la necesidad de aprobación es cada vez más fácil. Da igual cómo lo hagas: quererte más a ti mismo debería convertirse en una de tus prioridades a partir de ahora.
3- Crearte un locus de control interno
Uno de los componentes clave de un buen autoconcepto es el locus de control interno. Este nombre tan extraño se refiere a la creencia de que tienes un poder grande sobre lo que te ocurre. Piensa: cuando te ocurre algo que no te gusta, ¿le echas la culpa a algo externo? O, por el contrario, ¿decides asumir la responsabilidad y trabajar para cambiarlo?
Si tienes un locus de control externo (es decir, crees que tu vida depende de factores sobre los que no puedes actuar), será más fácil que necesites la aprobación de los demás para sentirte bien. Por eso, aumentar la sensación de control volverá más la mirada hacia tu interior y menos hacia los demás. Piensa que hagas lo que hagas, siempre va a haber alguien a quien no le guste. Por eso, ¿por qué preocuparte de lo que piensen de ti?
Una vez que decides tomar las riendas de tu vida, combatir la necesidad de aprobación se vuelve extremadamente fácil. Al fin y al cabo, cuando estás haciendo lo que realmente quieres, las opiniones externas pasan a importar menos.
Las tres claves que hemos visto en este artículo para combatir la necesidad de aprobación se refuerzan mutuamente. Por lo tanto, escoge la que quieras y empieza a trabajarla. En poco tiempo, te darás cuenta de que lo que los demás opinen de ti ya no es una factor tan importante a la hora de decidir.