Esos momentos donde sientes que ya no tienes más ideas, que las circunstancias y las exigencias te agobian y que quisieras tener simplemente un “descanso” pero no puedes son lo que llamamos: crisis. Son esas situaciones de la vida que nos ponen a prueba nuestro carácter y determinación por salir adelante rumbo hacia lo que nos hemos planteado.
Y entonces ¿Qué hacer en esos momentos?
Johnn Maxwell, uno de los escritores más reconocidos en el área del liderazgo, y con cuya definición propia de crisis abrí este artículo, nos da 10 recomendaciones para gestionar mejor las crisis:
“Sabes que estás en una crisis cuando no puedes decir: he tenido lo suficiente, vamos a dejarlo así.” John Maxwell
Uno
Anticipa la crisis: es importante que en todo proyecto ejecutivo o personal, tengas la humildad de aceptar que aún la mejor estrategia puede necesitar un plan de emergencia. Prepararse para lo imprevisto es la mejor manera de prevenir que te sorprenda con la guardia baja. A los boxeadores no los noquea el golpe más duro, sino el que no anticiparon y no vieron.
Dos
Acepta la crisis en vez de defenderla: muchas veces se comete el error de justificar las
razones por las que estamos envueltos en tales situaciones. Sin embargo, esa justificación suele ser un intento por evadir la responsabilidad de tomar acción para cambiar la situación. Es importante entender que aceptar la crisis te permite reconocer exactamente donde estás en comparación a donde quieres estar, esto es como ubicarte en un mapa lo cual te permite determinar la ruta a seguir.
Según Maxwell, hay tres actitudes que puedes elegir ante las crisis:
Niegas la posibilidad de aceptar, lo cual te llevará al fracaso.
La aceptas pero decides simplemente aguantar, lo cual te llevará a sobrevivir
La aceptas y te beneficias de ella, lo cual te llevará a crecer.
Tres
Ve las cosas en perspectiva: las crisis tienden a llevarnos a analizar los detalles bajo la luz de un microscopio esperando encontrar allí la pequeña falla que podemos resolver para darle un giro de 180º de una vez por todas. Sin embargo, esto lo que nos lleva es a obsesionarnos y a cerrar nuestra mente. Recuerda“La mente es como un paracaídas, funciona mejor cuando está abierta”. Para evitar tener una visión muy cerrada de las crisis:
Apóyate en personas con más experiencia en situaciones parecidas para que te ayuden a abrirte.
Ten confianza en tus capacidades, esto te permitirá ser los suficientemente flexible como para salir de tu zona de confort y encontrar allí las herramientas y opciones que necesitas.
Mantén la calma, una mente emocionalmente movida no podrá abrirse para descubrir nuevas opciones y salidas.
Cuatro
Haz lo correcto: es importante que comiences a tomar decisiones para salir adelante. La calidad de tu futuro lo determina la calidad de tus decisiones. Puede que algunas sean equivocadas, pero aún estas son mejores que no tomar ninguna decisión. Recuerda que las crisis tienden a sofocarnos, pero aún sin aire hay que tomar la decisión de empujarnos para salir a la superficie para conseguirlo.
Cinco
Decide una cosa a la vez: pon tus preocupaciones en orden, no pretendas resolverlas toda de una vez. Te vendrá bien escribirlas en “post it” y al finalizar elegir colocarlas una sobre otra, así puedes elegir la primera; resolverla y pasar a la segunda. Así sucesivamente hasta que todo esté resuelto.
Seis
Evita engancharte emocionalmente: es importante que seas el/la maestro/a de tus emociones ya que son ellas las que determinan en gran parte la calidad de las decisiones que tomas. Cuando estás enganchado/a emocionalmente tiendes a perder interés por resolver el problema y buscas simplemente un descanso que te haga sentir bien, te cuesta mucho pensar lógicamente y te sientes sin control de tus emociones. Para evitar esto recuerda que tu estado emocional está en gran medida determinado por aquello a lo que te enfocas. Redirige tu atención hacia tu plan de acción, hacia cosas que te motiven, hacia cosas más positivas que mantengan tus emociones a tope.
Siete
Nunca dejes un gran sueño cuando te sientas mal: las crisis tienden a sofocar tu creatividad y empuje si no las manejas correctamente. No te dejes engañar por las emociones del momento, tus sueños valen el esfuerzo por seguir adelante. Desarrolla la costumbre de tomar las decisiones importantes en la cima de tus emociones, no en el valle.
Ocho
No te tomes a ti mismo/a muy en serio: aunque te sientas muy mal hay gente que seguramente está peor, incluso tu mismo/a seguro has pasado por cosas duras antes e igualmente hoy sigues aquí. John Maxwell bromea al respecto y dice “sin importar que tan fuerte sea mi crisis, yo se que un día dejaré de existir y a muchos no le importará y el mundo seguirá girando, entonces mejor no me preocupo tanto”.
Nueve
Recuerda tus éxitos: haz una lista de tus grandes logros y verás que en muchos de ellos te sentiste agobiado/a, desesperado/a o estresado/a (así como ahora mismo) y aún así saliste adelante. Es normal que tengas dudas, pero este ejercicio te hará tener presente que muchas veces a pesar de la duda todo salió bien. Inténtalo.
Diez
Aprende de tus crisis: si es un problema que se continúa presentando es probablemente porque la lección no ha sido aprendida. Tomate un tiempo para analizar, pide opinión a alguien con experiencia en el área, haz preguntas, ve las cosas en perspectiva, analiza con calma y aprende todo lo que puedas para que en un futuro puedas anticiparla y gestionarla mucho mejor.
La vida te ha colocado en esta situación porque sabe que tienes las herramientas para salir adelante, pero tú eres el/la único/a responsable de utilizarlas, nadie más te va a sacar de la crisis si tú no quieres colaborar. Actúa con paciencia sabiendo que todo tiene su momento natural para surgir de nuevo.
