Los grandes maestros del taoísmo cultivaron con gran refinación el arte de manipular y conservar la energía, especialmente en técnicas internas de alquimia (neidan). Parte indispensable de estas prácticas es la conducta sexual, desde la virtud en las relaciones hasta una serie de ejercicios para cultivar la energía vital y potenciar los beneficios del acto sexual, que siempre era realizado no por placer sino por salud e incluso como una encuentro espiritual energético.
1. El hombre debe conservar el semen y la mujer aminorar la menstruación
El hombre daña su vitalidad y su energía disipando el semen. Debe de aprender a evitar el espasmo eyaculatorio y a hacer que el orgasmo no signifique la pérdida del "Jing" o esencia vital, la cual en la alquimia taoísta tiene un origen celeste, por lo cual no debe desperdiciarse. Ante todo debe haber calma y control, un hacer sin esfuerzo.
Las mujeres dañan su vitalidad y energía a través del flujo menstrual excesivo, por lo cual deben de aprender técnicas para disminuir su menstruación pero no, por supuesto, erradicarla del todo. La medicina taoísta recomienda la hierba Don Quai y evitar comer alimentos fríos para esto, así como diferentes ejercicios de estimulación sexual vaginal como el ejercicio llamado "cintura del tigre" o "baño del dragón". Además se realizan una serie de prácticas para refinar el flujo menstrual, algunas de la cuales requieren de la circulación del Qi (el aliento) por el cuerpo que a su vez transforma la sangre, para esto se utilizan técnicas de respiración y visualización. Se dice que tres días antes de su menstruación, la mujer puede producir una sustancia que llaman "oro" si su "brote de jade" (su clítoris) es propiamente estimulado. Este oro orgásmico beneficia a la mujer con salud y longevidad.
Ambos sexos se benefician de lo que se llama "establecer la simiente", esto es desarrollar calor en la zona abdominal, el llamado campo de cultivo o campo de cinabrio.
2. Aprende a circular tu energía y a guiarla con la respiración
Según el maestro alquimista Ge Hong: "Para lograr la longevidad y la inmortalidad, los esenciales deben de amaestrarse. Primero, el Jing (la energía sexual, la esencia vital) debe de ser atesorada, y el Qi (aliento, energía vital) debe de ser circulado, y luego la gran medicina podrá ser consumada (a través de la infusión del espíritu, Shen)".
En la alquimia china se utilizan los fluidos corporales como elixires y se aprende a circular la saliva y la sangre para fabricar una especie de medicina interna. Se dice que donde se dirige la atención, ahí va la energía, por lo cual acompañar el acto sexual, la estimulación previa y las prácticas como el qi-gong de una visualización o de una intención es una forma de orientar el flujo.
En este apartado podríamos incluir también la importancia de darle una dimensión espiritual a la sexualidad. El fin del sexo para el taoísta no es el mero placer, es el cultivo de energía el cual, a través de la alquimia, se convierte en Shen (en espíritu), lo que, según sus creencias, los vincula con el cielo, con la naturaleza original. Literalmente el sexo alquímico puede usare para regresar al cielo, un cielo que existe en el cuerpo en un estado sutil.
3. Llena tu sexualidad de una energía poética
Los antiguos taoístas emplearon metáforas altamente poéticas y signifcativas para referirse al cuerpo humano y a sus actos más emblemáticos. Esto es por una parte una forma de cifrar los textos alquímicos pero también es inspiración pura, un recomocimiento de la dimensión estética y una elegancia ritual. Asimismo, cultivaron toda una gracia de movimiento y gestos que contribuyen a un metalenguaje sexual.
La mujer es llamada "tigresa"; el hombre "dragón". El pene es llamado "tallo de jade" o "cabeza del dragón"; la vagina es "la cueva de jade" o "el brote de jade". La saliva es llamada "la secreción de jade", el "agua celeste" y es considerada una poderosa medicina si es tratada de la manera adecuada.
En la alquimia sexual china, el fuego (lo masculino) y el agua (lo femenino) se unen para establecer una armonía a través de la cual "su condición original es restaurada y pueden entrar al Tao".