Ama Lo Que Haces

1 de marzo de 2017

 El secreto para que las cosas salgan bien es hacerlas con amor. Vamos a hacer una analogía que, de seguro, muchos de los lectores ya han visto y leído en historias parecidas:

El juguetero

Un fabricante de juguetes, tenía varios años liderando el mercado de los cochecitos para niños, todos los años en cada navidad, sus pedidos de estos modelos a escala, superaban las ventas de los años anteriores, la empresa crecía y cada vez se creaba un nuevo modelo de coche de juguete, que se convertía en el regalo de moda para dejar bajo el árbol de navidad y el juguetero contemplaba en las calles con orgullo y regocijo, a cada pequeño arrastrando su carrito, echado en el suelo con sus amiguitos; esto lo inspiraba para crear uno mejor.

Y de pronto, su éxito acabó

Sucedió que antes de que llegara una de esas navidades, el juguetero sufrió una tragedia, un niño de su familia murió a causa de una terrible enfermedad y el juguetero se deprimió mucho por su pérdida. Ese niño era uno de los que más disfrutaba los cochecitos y ese año, ya no lo vería jugar con ellos. El hombre entonces, ese año, cuando diseñó el modelo para la navidad ya cercana, lo mandó a la línea de producción, pero su sorpresa fue que, el día de navidad, los carritos seguían en los anaqueles de las tiendas, muy pocos compradores fueron por él y solo por coleccionarlo.

Indignado, el empresario se encerró en su oficina y se preguntaba una y otra vez, cuál era el motivo de su fracaso en ese año. Cuando le preguntó a su secretaria, cuál era su opinión, esta le contestó: querido jefe, lo que sucedió fue que, Ud. Este año no estaba lleno de amor por ese juguete cuando lo diseñó, lo hizo con tristeza y desgana. El hombre entonces, se propuso crear un nuevo coche para el día de Reyes, inspirado en el recuerdo, de aquel niño a quien amaba tanto y las ventas fueron tantas, que tuvo que mandar a hacer el triple de lo que antes había producido en toda su carrera para un mismo año.

¿Cuál es la diferencia? cuando amamos lo que hacemos, el trabajo deja de considerarse una carga o algo obligatorio, al contrario, el tiempo pasa muy rápido y todo parece muy divertido. Hacemos todo con mucho entusiasmo, más dedicación y se siente felicidad hasta por el más pequeño logro. Al contrario, cuando solo se trabaja por conseguir dinero, se siente que el tiempo pasa lentamente, hay tensiones y agotamiento y no nos sentimos realizados en nuestra labor.

Si ahora no estás en un trabajo que ames, sino en uno que te hace sentir infeliz, intenta buscar en tu vida otros espacios donde puedas volcar tu vocación y complementar la necesidad de cumplir tus sueños sin afectar tu estabilidad. Por ejemplo, si tienes muchas responsabilidades que asumir pero tenías una vocación que no lograste desarrollar, por ejemplo, cantar, dibujar, enseñar, etc, intenta buscar en tu día a día espacios donde puedas también cumplir tu vocación. Hay espacios, grupos voluntariados, clubes, donde compartir con otras personas aquella vocación que te hace feliz. Y si tienes la posibilidad o tiempo de ir progresivamente cambiando tu trabajo hacia algo más agradable, no lo dejes pasar, si es que estás en un trabajo que no te hace sentir feliz, busca alternativas donde te sientas mucho más a gusto, quizás nuevos proyectos o nuevos planes, nunca es tarde para empezar.
 
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