Definir la autoestima no es una tarea sencilla. Podríamos decir que se trata de la parte emocional que se deriva de nuestro autoconcepto, es decir, de las emociones que nacen de cómo nos vemos. Estas emociones a su vez generarían pensamientos, conductas y emociones que tenderían a reforzar este autoconcepto. Por eso mejorar nuestra autoestima es una tarea tan fácil y difícil a la vez.
Por otro lado, el mindfulness engloba a un conjunto de propuestas con un objetivo común: recuperar la conciencia plena, atención plena o presencia atenta y reflexiva, que consiste en estar presentes en el aquí y ahora, siendo observadores de lo que nos acontece sin juzgar. Se trata de que experimentemos, de tener apertura a la experiencia con los menos prejuicios y filtros posibles.
La escalera de la autoestima
Vamos a atender a la autoestima como un elemento principal especialmente sensible a cinco procesos. Serían los siguientes:
- Autoconocimiento. Conocernos a nosotros mismos, con nuestros defectos y nuestras virtudes. Lo positivo o negativo forma parte de nuestra forma de entender la vida, no hay que confundirlo con lo socialmente aceptado. Podemos escuchar lo que piensan los demás, pero somos nosotros lo que finalmente introducimos a cada elemento en su cajón, formando nuestra ética y condicionando, por lo tanto, nuestro autoconcepto y nuestra autoestima.
- Autoaceptación. Aceptar aquello que ahora no podemos cambiar o que es mejor no cambiar porque intentarlo de verdad tendría un coste en recursos que no podemos asumir. En cualquier caso, lejos de la proyección de futuro, el presente nos ofrece la posibilidad de conciliarnos con la persona que somos ahora.
- Autovaloración. Es la capacidad que tenemos las personas de valorar nuestras virtudes y habilidades, tanto en el plano físico como en el intelectual. Este paso es uno de los más importantes: a algunos nos cuesta trabajo separar aquellas aptitudes en las que somos buenos de aquellas en las que no lo somos tanto.
- Autorespeto. Muchas personas piensan que no merecen aquello que tienen o que pueden tener. Respetarnos significa dar paso a un diálogo interno que no nos destruya, alimentar emociones de valencia negativa o poner en marcha conductas que nos perjudiquen para castigarnos o reprendernos
Autosuperación. Conocernos es el primer paso para superarnos. Si logramos realizar las 4 etapas anteriores podremos gozar de un buen autococepto y de una autoestima sana.
Mejorar la autoestima con mindfulness ¿cómo hacerlo?
Una vez que conocemos los cinco factores que influyen, y mucho, en nuestra autoestima, vamos a ver cómo podemos trabajarlos mediante la práctica meditativa de mindfulness. Se trata de trabajarlos uno a uno, en base a un plan y siguiendo un orden
Para mejorar la autoestima con mindfulness realizaremos una serie de ejercicios y meditaciones guiadas, enfocadas a cada uno de los componentes de la autoestima que se han detallando con anterioridad.
Autoconocimiento
La práctica podría introducirse del siguiente modo:
Adoptaremos una postura cómoda, sosegada y relajada, teniendo nuestra mente en el aquí y ahora, momento a momento. Cogemos aire y somos observadores de nuestra respiración, tomando conciencia de como el aire entra por nuestra nariz y ensancha nuestros pulmones desde el abdomen. Finalmente expulsamos el aire.
En primer lugar trataremos de centrarnos en tres defectos, y después en tres virtudes. Una vez que somos conscientes de nuestros defectos y virtudes, vamos a observarlos como parte de nosotros. Recordemos que son necesarios y nos hacen únicos y especiales; así, vamos a observarlos sin juzgarlos, sin juzgarnos.
Suavemente abrimos los ojos y nos vamos moviendo lentamente.
Duración: 10-15 min.
Autoaceptación
El proceso de autoaceptación es, sin duda, el paso más difícil de superación personal. Casi todas las personas quieren mejorar algo de sí mismas por no estar contentas con algún contenido de su ser, ya sea en lo relativo a su cuerpo, a su personalidad o en referencia a su forma de actuar.
Al igual que con el autoconocimeinto, vamos a hacer una práctica relacionada con la meditación, pero ahora centrándonos en la autoaceptación. Aceptar las cualidades que no nos gustan no es fácil, pero sí necesario para mejorar nuestra autoestima.
Procedemos nuevamente a adoptar una postura cómoda y relajada. Tomamos aire y nos centramos en nuestra respiración. Dejamos atrás nuestros prejuicios y valoraciones externas y nos limitamos a aceptarlos. Aceptamos lo que somos con nuestras cualidades positivas y negativas, nuestras fortalezas y debilidades, nuestras luces y nuestras sombras.
Fijamos nuestra atención en aquellos defectos que hemos identificado con anterioridad y los observamos y aceptamos como parte de nosotros. Vamos repetirnos la siguiente frase cuando observemos el defecto «me acepto completa y profundamente» o lo que es lo mismo, «me amo y respeto completa y profundamente».
En cuanto a las virtudes, volvemos a coger aire y nos centramos en una de ellas, la observamos, miramos y dejamos que se vaya. Procedemos a despertarnos de este estado de semiincosnciencia meditativo y abrimos lentamente los ojos, movemos nuestras manos, piernas y demás partes de nuestro cuerpo. Como vemos mejorar la autoestima con mindfulness es posible desde la autoaceptación.
Duración: 10-15 min.
Autovaloración
Esta fase no es buen momento para ser modestos, sino todo lo contrario. Coge un cuaderno y apunta cualquier aspecto en el que seas bueno y valóralo como se merece.
Ahora no te preocupes por tratar de jerarquizar estos aspectos. Cada uno, tenemos diferentes cualidades y debemos de estar orgullosos de ellas.
Autorespeto
Las necesidades y deseos son consustanciales al hecho de vivir y forman parte de cualquier senda hacia la felicidad. Intentemos respetarnos a nosotros mismos, buscar nuestras habilidades e intentar guardar un espacio para las emociones de valencia positiva ante cualquier circunstancia.
Tratemos de no culparnos por lo errores y de no calcular los sentimientos de felicidad en contraposición con otras personas. Si nosotros creemos que estamos haciendo algo bien, no hay nada de malo en sentirnos felices por ello.
Autosuperación
Como último punto para mejorar la autoestima con mindfulness, después de haber visto los diferentes grados, llegamos a la autosuperación. Si la persona se conoce, siempre podrá superarse en su vida personal.
Es importante, como ya hemos dicho, conocernos, aceptarnos, valorarnos y respetarnos. Solo de esta forma, podremos superarnos y mejorar nuestra autoestima, lo cual favorecerá que tomemos decisiones adecuadas y resolvamos con solvencia las acciones o nuestros problemas cotidianos.
Como hemos visto, es posible mejorar la autoestima con mindfulness. Para ello, debemos conocernos, aceptarnos, valorarnos y respetarnos para, más tarde, superarnos. Es importante seguir los puntos que acabamos de señalar. Es imposible llegar a estar felices con nosotros mismos y superarnos personalmente si no seguimos, consecuentemente, los diferentes pasos.