El Tiempo No Hace Que Perdamos Amigos, Solo Aprendemos A Distinguirlos

17 de julio de 2017

Este artículo me viene a la perfección para explicaros el tema de la amistad. Hace poco necesité de algún amigo que me ayudara en un tema puntual, pues bien, no encontré a ninguno "disponible", todos tenían una excusa o fuerza mayor que no les dejaba socorrerme en ese preciso instante. Yo, lejos de enfadarme, simplemente les daba las gracias y continuaba sin descanso en el tema en cuestión.

Pasado todo eso, te paras a pensar y te dices: Yo, que siempre estoy disponible para todo aquél amigo incluso, conocido, las 24 horas del día, sea el día que sea de la semana, incluso a veces dejando menesteres que hacer por socorrer a esa persona, te das cuenta de que al revés no encuentras a nadie.

Pero no, no me enfado, ni los culpo, todo lo contrario, continuo mi vida sin rencores, y sabiendo, que si alguno de esos amigos que ahora me han dado la espalda, algún día me necesitan, me volverán a tener ahí, como siempre estoy, con la mejor de las sonrisas y arrimando el hombro sea en el aspecto que sea. Aunque si te das cuenta de quien de verdad es amigo, solo conocido e incluso, interesado en aprovecharse de ti, es entonces cuando pones freno a según que tipo de personas y actuaciones. -Antonio Rodríguez.

El Tiempo No Hace Que Perdamos Amigos, Solo Aprendemos A Distinguirlos

El tiempo como siempre participando de nuestra vida, queramos o no… Es natural que a medida que el tiempo transcurre, vayamos restando personas de nuestra lista de amigos, pero evidentemente la responsabilidad no es del tiempo, sino de todo lo que ocurre en él como marco de referencia.

A lo largo de la vida, pasaremos por varios filtros que afectarán nuestras amistades, algunos de ellos son:

Cuando conocen nuestro lado oscuro: Dos personas pueden agradarse y estimarse mucho, pero eso puede no ser suficiente para mantener una amistad, cuando es mostrado el lado menos amable de cada uno. Puede ser que nos acepten como somos, sin embargo, puede ser que existan cosas que no estén dispuestos a negociar ni a aceptar, estableciendo una barrera en esa amistad.

Cuando atravesamos algún problema: Los problemas son los mejores filtros, estamos en situaciones sonde quizás no tenemos mucho que ofrecer, podemos no estar muy divertidos, ni representar la mejor compañía. Quizás no estemos solventes económicamente, lo que para otro tipo de amigos representa una ventana de salida de emergencia. O podemos atravesar cualquier situación que pueda afectar de manera o indirecta a un amigo que termine por salir temporal o definitivamente de nuestras vidas.

Cuando necesitamos de ellos: Tiene bastante que ver con el punto anterior, aunque no solo se puede presentar al momento de atravesar un problema. Hay quienes no les gusta servir de apoyo a los demás y cualquier relación que los incomode y demande de ellos algo más de lo que quieren y estar dispuestos a dar, la toman con disgusto. Las amistades sanas se basan en un equilibrio, en un dar y recibir, si no nos sentimos cómodos dando algo de nosotros, probablemente no fomentemos relaciones de amistad equilibradas y sustentables en el tiempo.

Cuando nos envidian: Esto es más frecuente de lo que pareciese, la envidia es una de las peores energías con la que podemos cargarnos, dejamos de disfrutar del éxito de los demás, queremos verlos bien, pero no mejor que nosotros, e inclusive se comienza a sentir regocijo cuando aparecen los problemas. La envidia puede ser disimulada, pero generalmente termina por manifestarse y una de las cosas más tóxicas que podemos tener cerca es un supuesto amigo que nos envidie.

Cuando la distancia se hace presente: La distancia física es una prueba para los verdaderos amigos, es más sencillo estar a una cuadra de distancia, que hacer acto de presencia desde otro continente, los detalles se deben cuidar más y la amistad en general necesita más riego que en condiciones de relaciones donde la distancia se puede sortear.

De todo nos pasa a lo largo de la vida, y cada una de nuestras experiencias siempre nos muestra a quien vale la pena tener cerca y a quien sería oportuno dejar de lado. Ciertamente cada persona tiene algo que enseñarnos, algo que aportarnos y si son nuestros amigos y gozan de los privilegios que ello conlleva, de cualquier manera ocuparán un espacio en nuestra vida y nuestros corazones, inclusive cuando la amistad se desvanece o se rompe. Pero no te sorprendas si llegas a cierta edad y consideras que tienes pocos amigos, estarán los que tengan que estar.


 
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