El Proceso De Evolución Del Alma

14 de marzo de 2017

Un “alma en evolución”, cuando finalmente alcanza su pureza, se libera uniéndose a las energías perfectas del cosmos, en niveles muy superiores a los que persona alguna haya podido imaginar…

Pero el movimiento energético universal no termina allí, porque cuando se alcanza ese perfecto estado de conciencia, el tiempo pasa en medidas-tiempo inimaginables, y luego esas energías “super inteligentes” deciden volver a “densificarse” para comenzar un nuevo ciclo, experimentando con ello, nuevamente la ignorancia, es decir olvidando lo que son hasta que se dé el tiempo en el cual, el “secreto” vuelva a desvelarse… Eso ha sucedido, sucede y continuará sucediendo desde la eternidad hasta la eternidad…

Todas aquellas energías que se encuentran inmersas dentro de un “alma en evolución” o dentro de un cúmulo energético individual, cuando se hayan distorsionado y tergiversado las acompañarán hasta que sean llevadas a su justa pureza original.

De eso nada ni nadie se salva. Nuestras energías no las podemos dejar por ahí “botadas” ni debemos creer que las podemos “desparramar” en el ambiente y ya.

Eso no es “Justicia Divina” ni es algo que tenga lógica para la Inteligencia Energética inherente en el Universo…

Recordemos, que lo que muere es el cuerpo, el alma en evolución al encontrarse individualizada y por la responsabilidad energética inherente, nunca muere. Ella debe continuar. Eso es una norma tajante o una ley universal que no puede ser evadida….

También ocurre con mucha frecuencia que las almas o los cúmulos de energías individuales pueden quedar estancados o “atrapados” en algún lugar, por sus apegos a las personas, al dinero, a sus vanidades, al sexo, a las venganzas, a los odios, a las enfermedades, a las deudas, a las drogas y demás vicios, o por el miedo a seguir su “camino evolutivo” por no saber a qué lugar irán.

Generalmente esto ocurre por la ignorancia casi colectiva sobre estos temas. Son aquellas que conocemos como espíritus o fantasmas, los cuales se sumergen en un mundo de fantasías por no aceptar que su cuerpo ha dejado de funcionar y por la pesadez de sus “memorias energéticas”. Ellas deambulan sólo en lugares que le son conocidos y puede que no se vean unas con otras.

Por otra parte, puede darse que algunos cúmulos energéticos, por la densidad experimentada en una existencia a través de sus “malas” acciones, al no controlar su carácter y por ende su personalidad, manifestándose por lo tanto de manera agresiva, violenta, viciosa, inmoral, escandalosa, sarcástica, cizañera, prepotente, soberbia, lujuriosa, irrespetuosa, conflictiva, mentirosa, indiferente.

En consecuencia por la pesadez energética desarrollada, fortalecida y arraigada en sus memorias energéticas, su alma al ocurrir la muerte puede que sea atraída o succionada de manera inmediata a niveles o dimensiones muy bajas, conocidas como el bajo astral o el infierno.

En el caso de las personas que llevan una vida relativamente normal, en el que su configuración energética casi no sufre modificaciones con respecto a su existencia anterior, cuando mueren generalmente sus almas son atraídas, a cierto “lugar de descanso o de espera” hasta que se den las condiciones energéticas “perfectas” para su nueva encarnación.

Continuando con la forma en que “evoluciona o involuciona la energía”, también puede ocurrir un descenso energético voluntario…

Para poder entender y encontrarle lógica, debemos comprender que la energía universal tiene un espectro y una jerarquía de pureza vibratoria que no debe declinar para no quebrantar el orden cósmico y la armonía predominante en el universo. Es esa la razón por la cual cada ser, cada organismo o ente se encuentra en el espectro vibratorio que le es afín. Es decir, la energía al vibrar en diferentes niveles lo hace según sea su grado de dispersión, así como su constitución, su estructuración, sus combinaciones, su frecuencia y su contextura.

Sólo cuando la “Armonía Energética” o el “Deber Ser Universal” se encuentra en un grave peligro, en alguno de los niveles dimensionales más bajos, energías evolucionadas que ya han ascendido o energías que se han liberado y que vibran en otras dimensiones o esferas, descienden voluntariamente a niveles inferiores para “intervenir y/o ayudar” en el proceso evolutivo de algún planeta, o lugar en el universo que así lo necesite.

Esto no quiere decir que en la actualidad sean maestros, ángeles, santos o seres iluminados a quienes tengamos que reverenciar. ¡No! Dichas almas puede que estén en cualquier lugar, prestando un servicio voluntario y de orientación de manera anónima.

Cada esencia debería cumplir con una especie de “servicio” o misión, conforme sea su nivel, y en el caso de las ya evolucionadas ese servicio es conSciente, voluntario y espontáneo, así como también pueden hacerlo según sean sus “necesidades evolutivas o sus anhelos superiores”.

En todo caso, el mayor y más elevado servicio de toda esencia es el ser portador de la perfecta pureza universal. Esta perfección energética que desciende, nunca podrá ser usada para imponer y menos para hostigar a nadie.

Por otra parte, este tipo de energías cuando deciden, por ejemplo descender al nivel en que se encuentra el planeta Tierra, sólo podrán hacerlo disminuyendo el nivel vibratorio, el cual no tan sólo debe estar acorde con sus vibraciones sino también, con el momento evolutivo que se esté experimentando. Para ello necesitará de un cuerpo que le servirá de instrumento para irradiar el Ser o la Conciencia Perfecta en forma de pensamientos, palabras y acciones.

En otras palabras, una esencia liberada para que pueda descender tendrá que buscar la manera de densificar sus energías para poder atraer y ocupar un cuerpo que le permita permanecer en el lugar donde debe prestar su “servicio”, de no ser así, dichas energías que la conforman, saldrían inmediatamente “expulsadas”, pues su pureza energética inherente no le permitiría permanecer en una dimensión a la que no pertenece.

Para ello, las debe densificar tergiversándolas leve, voluntaria y conscientemente a través de algunas acciones, o a través del contacto directo con las personas que le rodean, o impregnándose de energías que se encuentran en un estado más denso.

Cuando ocurre una tergiversación energética conSciente y voluntaria, ese cúmulo de energías en servicio, también tendrá que permanecer en el lugar elegido, “naciendo y muriendo” todas las veces que sean necesarias.

Luego, y en la medida en que vaya cumpliendo con su “misión salvadora”, dicha tergiversación irá, poco a poco “corrigiéndose” para dejar el cuerpo que ocupa y así poder ser liberadas nuevamente al universo o, a la dimensión a la cual pertenece.
 
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