Hay libros sobre cómo hacer el amor. Esto muestra qué tipo de mente
humana hemos producido. Consultas libros incluso sobre cómo hacer el
amor. Entonces se vuelve cerebral; piensas en todo. En realidad, creas
un ensayo en la mente y luego lo pones en escena. Entonces tu acción es
una copia, nunca es real. Estás poniendo en escena un ensayo. Se vuelve
una representación, no es auténtico.
Simplemente entrégate y muévete con la fuerza. ¿Qué
temes? ¿Por qué tener miedo? Si no puedes estar sin miedo con tu
amante, ¿dónde estarás sin miedo? Y una vez que adviertas que la fuerza
vital ayuda por sí misma y toma el camino adecuado, comprenderás algo
muy básico sobre toda tu vida. Entonces puedes dejar toda tu vida a lo
divino, que es tu amado.
Entonces dejas toda tu vida a lo divino. Entonces no piensas y no
planeas; no fuerzas el futuro con arreglo a ti. Simplemente te permites a
ti mismo entrar en el futuro con arreglo a lo divino, con arreglo a la
totalidad.
Pero ¿cómo hacer del acto sexual una meditación?
Simplemente, entregándote se vuelve una. No pienses en ello, deja que
suceda. Y relájate, no te anticipes. Éste es uno de los problemas
básicos con la mente:
siempre se anticipa. Siempre está buscando el
resultado, y el resultado está en el futuro. Nunca estás en el acto;
estás siempre en el futuro buscando un resultado. Esa búsqueda de un
resultado lo está perturbando todo, lo estropea todo.
Simplemente
permanece en el acto. ¿Qué es el futuro? Va a llegar; no necesitas
preocuparte por él. Y no lo vas a traer con tus preocupaciones. Ya está
viniendo; ya ha llegado. Así que olvídate de él; simplemente permanece
aquí y ahora.
El sexo se vuelve una comprensión profunda de qué
es estar aquí y ahora. Ése es, creo, el único acto que queda en el que
puedes estar aquí y ahora. No puedes estar aquí y ahora mientras estás
en la oficina, no puedes estar aquí y ahora mientras estás estudiando en
tu universidad, no puedes estar aquí y ahora en ninguna parte en este
mundo moderno. Sólo en el amor puedes estar aquí y ahora.