Una de las claves de la alimentación en verano es consumir más agua y
sodio. Se pierde mucha cantidad de agua a causa de la sudoración y como
el cuerpo esta compuesto por un 70% de agua es fundamental reponerla.
La falta de sodio también nos perjudica y puede provocar problemas de
salud como la artritis.
Debemos procurar tomar un mínimo de 3 litros de agua
cada día durante el verano, un litro por la mañana, otro por la tarde, y
otro por la tarde/noche. Para aprovechar al máximo el consumo del agua,
se debe tomar siempre a temperatura ambiente y beberla a pequeños
sorbos. Después de venir de la calle o hacer ejercicio si tienes mucho
calor, espera siempre unos minutos a que se regule la temperatura de tu
cuerpo antes de beber.
Además del agua, el cuerpo agradece mucho los alimentos con un alto contenido de agua, como el pepino y la sandía. También el gazpacho es una fuente excelente de vitaminas y minerales, además de aportar liquido al organismo. La cebolla es los meses de verano también se aconseja para proteger de la insolación.
Evita
comidas copiosas durante los meses de calor ya que la digestión
requiere mucha energía y te deja cansado.
La regla básica para tener en
cuenta a la hora de comer es la siguiente:
50% alimentos sólidos, 25% alimentos líquidos, 25% ningún alimento.
Es decir, no comas nunca hasta sentirte completamente lleno y
sobrecargar tu sistema digestivo. Levántate de la mesa siempre con un
poco de hambre.
Una larga siesta después de comer no es aconsejable. Sin embargo, si la necesitas, es bueno descansar 15 o 20 minutos.
Si te cuesta dormir por el calor, date un baño o ducha fría
antes de acostarte, o bien pon los pies en un barreño de agua fría.
Evita usar el aire acondicionado. Si lo usas, enciéndelo solamente
durante una hora para refrescar la habitación.
El
sol daña la piel y la piel está conectada con el sistema nervioso, por
lo que este puede resentirse. Las primeras 3 capas de la piel, las capas
exteriores, están conectadas con la salud física. Las 4 capas internas
de la piel están conectadas con la mente y el alma, la vida interior.
Así pues, para proteger las capas exteriores de la piel, debes
protegerla con crema solar antes de salir.
No dudes en
ponerte un sombrero si hace mucho calor. El aceite de coco es también
un buen protector. Puedes darte también masajes en la cabeza con aceite de coco,
es refrescante y nutritivo para el sistema nervioso.
Es importante
proteger, cuidar y desarrollar las siete capas de la piel. Y en verano,
aunque el calor del sol es muy bueno para los huesos, debemos también
proteger el sistema nervioso. La clave está en el equilibrio.
Swami Purohit