Con tu novio/a te preguntas si sigue amándote, con tu compañero/a de vida no necesitas siquiera preguntártelo: es obvio
Las relaciones amorosas nunca son tan sencillas como parecen. De
partida nos enfrentamos a personas que tienen diferentes definiciones de
lo que significa estar con alguien, y aunque para algunos significa
quedarse con alguien para siempre, para otros significa probar sin
comprometerse demasiado. La verdad es que estamos en una época en la que
todos podemos tener algo con alguien, le llamemos relación o no. Es
sencillo conseguir un número telefónico o conocer a alguien que parece
hacer click con nosotros de forma casi inmediata, podemos amar y tener a
alguien que nos ame y está bien, sin embargo, pocos son los que llegan a
convertir a esta persona en su compañero/a de vida.
Cuando lo vemos así, parece extraño ¿no? Después de todo somos esa
generación que muere por el amor, que lo busca y lo idealiza en cada
esquina, y sin embargo, es como si no tuviésemos en nosotros la
habilidad de comprometernos más allá, de dar ese paso necesario para
convertir esa relación en algo más que un simple amor. El problema es
que creo que primero deberás pasar por un largo proceso de ensayo y
error, un proceso que no todos están dispuestos a vivir. Puedes tener un
novio/a y presentárselo a tus padres, puedes incluso sentir que tu vida
depende de esa persona, sin embargo, eso no lo convierte en tu compañero
de vida porque para ello primero necesitas voluntad y tiempo.
Amarse no siempre es suficiente,
por duro que parezca. Las parejas que se transforman en compañeros de
vida son aquellos individuos que han pasado por los altos y bajos de la
relación y que aún así se han quedado al lado de esa persona. Han pasado
por las cosas buenas y la malas, han convivido con la duda diaria de
sentir que quizás hay alguien mejor para ellos en otro lugar y a pesar
de todo eso han decidido seguir amándose.
Si me lo preguntas a mí, el amor real es una decisión consciente que
tomamos todos los días: es la decisión de quedarse, cuando podrías irte,
de preocuparte cuando podrías ignorar, de apoyar cuando podrías mirar
hacia otro lado. Cuando dos personas se transforman en compañeros de
vida se dan cuenta que están el uno al lado del otro porque quieren
construir algo juntos, incluso si podrían hacerlo por separado. Por otro
lado, las relaciones o noviazgos suelen ser más volátiles, mientras que
la relación que puedas tener con tu compañero/a de vida será
completamente estable. Atrás quedarán las dudas, la necesidad de ser
validada o esa inseguridad que sientes porque crees que no te ama lo
suficiente. Estas personas han pasado por tantas cosas que se conocen a
la perfección, se tienen paciencia y saben que sus sentimientos son algo
estable que ni siquiera necesita ser cuestionado: se aman y nada puede
negarlo.
Además de eso, han llegado a un punto en el que no sólo son honestos
con su pareja, sino que también consigo mismos: saben que hay ocasiones
en las que no se sienten tan amorosos, en las que se enojan, en las que
se frustran con la persona que tienen en frente y aún así, no dejan que
eso acabe con su amor. En vez de eso lidian con estos temas difíciles y
los exponen sin tapujos o vergüenzas frente a su pareja. El resultado es
una unión entre dos personas estables y honestas que cuidan el uno del otro
y que se aman sin mentiras.
Cuando encuentras a tu compañero/a de vida
encuentras a la persona que estará ahí para apoyarte en todo lo que te
propongas, será la persona que te amará por lo que eres y no por lo que
puedes llegar a ser y será también aquel individuo que te escogerá, una y
otra vez, porque sabe que no hay nadie más con quien querría estar.
Al final, las relaciones son para el momento, incluso si ese momento
dura algunos años, pero un compañero es para toda la vida. No es fácil,
no es sencillo y requiere que nos esforcemos, que trabajemos y que
superemos obstáculos cuando lo único que querremos será renunciar y
decir adiós. No lo hagas, porque si has superado todo esto y más,
significa que tienes a tu lado a esa persona especial que el cielo y el
universo han destinado sólo para ti.