Cuando pierdo el control de mi enfado y no lo sé gestionar positivamente esto es lo que sucede:
- Hace que tomes conclusiones y decisiones demasiado rápido
- Produce más conflictos y peleas
- Nubla el entendimiento
- Hace que pierdas el respeto de los demás y el tuyo
- Destruye relaciones
- Hace que tomes conclusiones y decisiones demasiado rápido
- Produce más conflictos y peleas
- Nubla el entendimiento
- Hace que pierdas el respeto de los demás y el tuyo
- Destruye relaciones
Aprender a gestionar tu enfado es un paso fundamental para mejorar tu vida
Una de las mayores causas del enfado es la frustracion. Si estamos llenos de idealizaciones inmaduras sobre la vida: todo el mundo me tiene que entender y pensar bien sobre mi, tengo que encontrar el amor perfecto, todo me tiene que salir bien a la primera, seré presa habitual del enfado.
Cuando te enfades busca las causas en tu corazón y libéralas. Ya no eres un niño indefenso. -Ariadna Babarro.
Reacciones inútiles que tenemos como reacción al enfado:
- El explosivo: sino lo digo reviento.
- El silencioso rumiador: debería haber dicho/hecho.
- El mártir: me culpo por ello.
- El manipulador venenoso: agresividad pasiva, con piedrecitas o se burlan…
¿Qué haces cuando te enfadas? ¿Cómo gestionas tu energía?
- Tragarlo
- Ejercicios de respiración- mindfullness.
- Ejercicio físico.
- Otros.
Lo primero que tenemos que entender es que es lícito enfadarse y a menudo puede ser una respuesta muy acertada: estoy en mi derecho a enfadarme pero tengo que aprender a gestionarlo sin descargarlo sobre la otra persona.
Enfados infantiles:
- Todo el mundo me tiene que entender.
- Todo el mundo me tiene que respetar.
- No todos los sitios son lícitos para hablar de sentimientos.
- No puedo evitar todos los conflictos.
- No puedo evitar que no me quieran.
- No siempre puedes decir lo adecuado en el momento correcto.
- Vivir para lo que piensan los demás.
Todos tienen problemas y son tan humanos como tú. Pregúntate al enfadarte: ¿me merece la pena ésto?. Siente tu enfado, pero no hagas daño ni a los otros ni a ti mismo. Gestiona el enfado antes de ser asertivo.
- Todo el mundo me tiene que entender.
- Todo el mundo me tiene que respetar.
- No todos los sitios son lícitos para hablar de sentimientos.
- No puedo evitar todos los conflictos.
- No puedo evitar que no me quieran.
- No siempre puedes decir lo adecuado en el momento correcto.
- Vivir para lo que piensan los demás.
Todos tienen problemas y son tan humanos como tú. Pregúntate al enfadarte: ¿me merece la pena ésto?. Siente tu enfado, pero no hagas daño ni a los otros ni a ti mismo. Gestiona el enfado antes de ser asertivo.
Calcula el precio del descontrol:
- Decisiones y conclusiones rápidas.
- Produce más conflictos y peleas.
- Nubla el entendimiento.
- Pierdes el respeto tuyo y de los demás.
- Destruye las emociones.
- La gente manipula tus emociones y la vida, les das poder sobre ti.
¿Cómo gestionar el enfado?
- Hacerme responsable de mi enfado: mi enfado es mío.
- Cuenta hasta 10.
- Medita.
Ve al corazón del problema y lo liberas, entiéndelo:
- Comportamiento tosco: enfado con el mundo por tenerlo demasiado idealizado, debemos desenfadarnos, encontrar la raíz.
- Actitud negativa: corazón atemorizado, debemos trabajar la seguridad y la confianza.
- Actitud jactanciosa: corazón inseguro, con miedos, debemos encontrar seguridad y trabajar el autoestima.
- Actitud hiperactiva: corazón desequilibrado, debemos trabajar el equilibrio.
- Juicios: corazón culpable, necesitamos trabajar la culpabilidad y sentirnos valorados.
- Actitud criticona: corazón amargado, debemos ser dulces.
- Actitud impulsiva: corazón nervioso, debemos trabajar la tranquilidad y la paz.
- Actitud conciliadora: corazón compasivo.
- Actitud amable: corazón amoroso.
- Actitud pacífica: corazón tranquilo.
La vida y las personas son incontrolables, por eso nos gestionamos las emociones y la situación.
- ¿Qué hago con la situación? Escuchar el dolor que hay detrás de las palabras y el dolor.
- Preguntarnos ¿para qué? Cuando rumiamos el debería haber dicho/hecho.
- Preguntarnos ¿me merece la pena esta discusión?
- Preguntarnos ¿qué hay detrás del mensaje que me afecta?
- Tomarnos un respiro: me encantaría, pero ahora mismo no puedo hablar de esto, ¿hablamos más tarde?
Humor: reírme de mí mismo.
- ¿Qué es lo que quiero en esta situación y qué necesito? ¿Me lo estoy dando yo? ¿Estoy exigiendo demasiado de la situación y de la persona? ¿Cómo me lo doy a mí misma?
- Debo cambiar aquello en lo que baso mi identidad para que no sea basado en lo que hagan/digan los demás, no darles poder sobre mí.
- Pedir ayuda si es necesario.
Dibujaron un círculo que me dejo fuera
hereje, rebelde, algo para burlarse.
Pero el Amor y yo tuvimos el ingenio para ganar:
dibujamos un círculo que sí los incluía a ellos.
Edwin Markham
hereje, rebelde, algo para burlarse.
Pero el Amor y yo tuvimos el ingenio para ganar:
dibujamos un círculo que sí los incluía a ellos.
Edwin Markham