Los Chakras En El Tantra

1 de abril de 2017

Para entender realmente el Sexo tántrico y aplicar las técnicas de manera que nuestra vida sexual y afectiva experimenten una transformación profunda y permanente, debemos comprender el concepto de energía y Chakras del taoísmo, con independencia de que no lo compartamos.

La Asociación Española de Terapias Complementarias Causay lo explica con bastante claridad: «Para la medicina tradicional China, el cuerpo humano es un microcosmos que debe vibrar armónicamente con el macrocosmos. La energía fluye por nuestro cuerpo y un desequilibrio energético, deriva en una enfermedad. Durante siglos los médicos orientales chinos comprobaron la existencia en el cuerpo humano de “puntos sensibles” y observaron que, al unirlos, se dibujaban líneas verticales o mapas, a los que llamaron Meridianos. Por estos Meridianos circulaba Energía.

Los puntos energéticos principales se llaman Chakras. Cada uno de ellos proporciona energía a determinados órganos, su correspondencia en medicina occidental serían las glándulas endocrinas. Los Chacras se bloquean por diversas razones físicas o emocionales. Cuando cerramos un Chakra la energía deja de fluir por el organismo con normalidad y se produce un exceso o una carencia de energía en ese determinado Chakra, esto implica que los órganos que gestiona ese Chakra empiezan a fallar y se produce una enfermedad».

Los Chakras

Siete son los Chakras principales aunque hay más de cien, menores o secundarios, repartidos por todo el cuerpo, que se activan con acupuntura y están íntimamente relacionados con las funciones físicas del cuerpo, mientras que los siete mayores están muy vinculados a las emociones y a la espiritualidad. Casi todas las dolencias físicas empiezan en el campo emocional, en el bloqueo de uno de estos canales, de ahí que sea esencial desbloquearlos y permitir que esa energía fluya.

Entiendo que muchos consideren estas afirmaciones como una entelequia a pesar de que la medicina china cure desde hace siglos, de que nuestro cuerpo esté formado por energía al igual que el resto de lo que existe y que esté comprobado científicamente que la energía externa nos afecta y enferma.

Aunque no creas en ello sí es interesante que consideres algunas de estas ideas, les quites la palabra energía sustituyéndola por pensamiento o emoción y las apliques en tu vida y relación afectiva.

Te pongo un ejemplo. El Chakra de la comunicación es el que, como su nombre indica, nos permite comunicarnos, expresarnos; une nuestro mundo interior con el mundo exterior. Con él expresamos lo que pensamos, sentimos, deseamos, odiamos. Si está bloqueado, no crecemos, nos llenamos de odio y resentimiento y las palabras que brotan están envenenadas.

Ahora no pienses en energía, ni en Chakras, ni en nada parecido al taoísmo y emplea la lógica: si no dices lo que sientes, si no te expresas o si lo haces pero las palabras que salen de ti están cargadas de reproches, burla y resentimiento, ¿crees que tu relación con tu pareja llegará a buen puerto?.

Ser consciente

Usar la mente no debe ser entendido unicamente como un proceso analítico y racional, sino el ejercer un pleno control sobre ella que nos permite saber cuándo detenernos a pensar y cuándo desconectar; y no sólo saber cuándo hacerlo, sino poder hacerlo. En demasiadas ocasiones los pensamientos giran anárquicos en nuestra cabeza: no los controlamos, nos controlan. Cuántas veces hacemos las cosas de manera mecánica con la cabeza centrada en otra cosa.

El problema radica en que llega un momento en el que siempre está en otra cosa. Planificamos con ilusión el fin de semana. Llega el día. Vamos al restaurante y en vez de disfrutar del momento estamos hablando de la película que veremos luego. Durante la película pensamos en la copa con los amigos. Tomando la copa, en la excursión del día siguiente. Los sentidos abotargados. ¿Cuántas veces nos pasa practicando sexo? Demasiadas. No digo que no sea bueno pensar, sólo digo que debes ser tú quien decida sobre qué y cuándo.

Hay un ejercicio taoísta muy sencillo que te ayudará a tomar conciencia de cada cosa que hagas: Antes de hacer algo, piensa o di en voz alta: «Estoy haciendo ésto». Por ejemplo: «Estoy cepillándome los dientes». Céntrate en ello. En el sabor de la clorofila. El tacto de las cerdas. El peso en tu mano.

Hazlo con otras acciones. «Estoy tomándome un café».«Estoy abrochándome los zapatos«.«Estoy besando unos labios».

Breve explicación de cada Chakra 

 

Sahasrara o Chakra de la coronilla
Color Violeta. Es el de la conciencia pura y representa la espiritualidad, la unión con el infinito, con todo lo que existe. Nos conecta con la totalidad de la que formamos parte. Como la gota de agua que conecta con el océano y descubre que es océano, no una gota aislada de las demás.

Para cualquier persona es importante sentirse parte de la totalidad, de un grupo, de una pareja. Somos individuos, sí, pero eso no implica que estemos aislados de los demás.

Al aplicar ésto a la pareja entenderemos mejor sus sentimientos, emociones, reacciones. Nos ayudará a ponernos en su lugar, a empatizar, a conectar.

Ajna o tercer ojo
Color índigo. Está en la frente, justo entre nuestros dos ojos. Su energía se conecta con la vista, la cabeza, y sus cualidades afectan la memoria y la capacidad de concentración.

A nivel espiritual, es el Chakra de la intuición. Está conectado con los demás Chakras y recibe información de éstos, por eso es tan importante. Por ejemplo,si proviene del Chakra corazón, analizará las situaciones y reacciones emocionales de los otros, llegando a su raíz y sabrá cómo actuar.

Al igual que la conexión, la intuición con nuestra pareja nos permitirá comprenderla mejor. Intuiremos qué le pasa, cómo se siente, qué quiere decirnos realmente.

Vishuddha o Chakra de la comunicación
Azul turquesa. Se encuentra en el centro de la garganta y es el Chakra de la creatividad y la comunicación en los dos sentidos: hablar y escuchar. La comunicación es esencial en una pareja. Decir lo que sentimos, saber decirlo, escuchar lo que el otro dice y entenderlo.

Si no hay comunicación, tarde o temprano se alzará un muro que separara totalmente.
Dada su importancia, analizaremos este Chakra en el siguiente artículo.

Anahata o Chakra del corazón
Color verde. Se encuentra en el centro del pecho y está asociado a las vías respiratorias. Es la fuerza del amor puro: el amor al otro, a los otros, a todos los seres, a la naturaleza, a nosotros mismos. Es la unión, la compasión, la amistad. Es, por lo tanto, uno de los Chakras más relacionados con la pareja ya que en él reside la fuerza del amor. Una pareja en la que los miembros no alimenten ese amor al otro, a sí mismos y a los demás, es una pareja condenada al fracaso.

El amor romántico sublima el amor al otro como si éste fuera el centro de nuestro mundo. No hay nada más importante que él y a él tenemos que dedicarle todos nuestros esfuerzos. Un error. Si sólo uno de los miembros hace eso, estará en clara desventaja frente al otro y el rencor acabará minando la relación porque sentirá que lo da todo y no recibe nada. Si son ambos, algo muy típico en la mayoría de las parejas, su relación se estancará pronto, porque no se renueva. La relación sana es aquella en la que los miembros cuidan al otro sin descuidar aficiones que les enriquecen como personas individuales.

Manipura o Chakra del plexo solar
Color amarillo. Se encuentra en el centro del plexo solar, cerca de la boca del estómago. Su elemento es el fuego, por lo que se asocia con el fuego interior de cada uno, el lugar en el que reside el poder personal, la capacidad de acción, la toma de decisiones y la confianza en nosotros mismos. Su energía nos ayuda a establecer límites y necesidades, marcando los principios con los que queremos vivir nuestra vida.

También representa las múltiples máscaras que llevamos en la vida, algo positivo en según qué situaciones, pero nefasto en las relaciones sentimentales. Es importante que nos preguntemos sinceramente ¿llevamos alguna máscara en casa?¿somos nosotros mismos con nuestra pareja? ¿cómo nos verá el otro? ¿llevará una máscara?¿sabemos cómo somos realmente?

Svadhisthana o Chakra sacro
Color naranja. Es el segundo Chakra y su elemento es el agua, la fertilidad. Está relacionado con la sexualidad, concretamente con el impulso sexual. Los practicantes del sexo tántrico dicen que nada es comparable al éxtasis que se experimenta cuando una pareja consigue dominar y compartir su energía sexual. Para llegar a ese nivel hay que honrar al otro, hacerle el amor, no utilizarlo como un objeto sexual.

Según Kevin Adams, el sexo casual es el sexo que se experimenta con una persona desconocida, pero no en el sentido de ligue de una noche, sino en el sentido de que no conocemos realmente a esa persona ni esa persona nos conoce realmente a nosotros. Y también es casual el sexo que se tiene cuando no somos nosotros mismos y cuando no nos importa el verdadero yo de la otra persona. Por lo tanto, se puede tener sexo casual con la propia pareja: cuando no hay conexión ni verdadero interés por el placer o los sentimientos del otro, cuando es simplemente un desahogo físico, cuando en el fondo sólo buscamos un orgasmo.

Muladhara o Chakra raíz
Color rojo. El primer Chakra se encuentra en la base de la columna vertebral, en la zona del coxis y su elemento es la tierra.

Es nuestra raíz, la sede de la realidad física, aquello que nos da arraigo física y emocionalmente. Enraizamos en la tierra y su energía nos hace sentir estabilidad material y seguridad emocional.

Una pareja también necesita un hogar, raíces emocionales, sentir que las necesidades básicas están cubiertas: dinero, casa, comida. Si no lo están, la relación se verá afectada y también en el caso contrario, cuando priman sobre el resto de los sentimientos.

Equilibrar los Chakras, desbloquearlos y canalizar la energía para que fluya armónica por todos los canales del cuerpo puede llevar años o un suspiro, dependiendo de infinidad de factores. Pero merece la pena ya que te cambiará la vida.
 
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