Ciertamente el optimismo es una característica que nos puede pertenecer desde hace mucho, pero también es una actitud que nosotros de manera voluntaria y deliberada podemos escoger.
Ser optimista no siempre es una labor sencilla, especialmente cuando el panorama no parece ser el más alentador. Sin embargo, el optimismo nos ayudará a esperar los mejores resultados, con la mejor actitud posible.
Nosotros podemos cultivar nuestro optimismo, de la misma forma como cultivamos la paciencia, la fe, la calma y esto es practicando. Aun cuando nuestra mente que le encanta preocuparse e imaginarse los más temidos resultados, podemos enfocarnos en mantener nuestras expectativas en lo mejor que puede ocurrir.
No confundamos esta actitud con la conformista, que se caracteriza por pensar que lo mejor es lo que ocurre. Esto quizás dentro de un escenario macro y una evaluación concluyente puede tener sentido, pero primero no lo podemos comprobar y segundo, la sensación de que ha sido un buen resultado, cuenta, en lugar de tener que imaginarnos otros escenarios con resultados nefastos, para pensar que “pudo haber sido peor”.
Vayamos ahora a ciertas claves que nos permitirán mantener el optimismo a pesar de las circunstancias:
- Siente el resultado que quieres, de manera independiente a lo que está ocurriendo en este momento.
- No te dejes contagiar con el realismo o con el pesimismo.
- Calma a tu mente, sin prestarle mayor atención ante sus intervenciones cargadas de dudas, de fatalismo o de drama.
- No pelees con tu mente ante pensamientos preocupantes, déjalos pasar y solo respira, sin engancharte con ninguno.
- Si no puedes imaginar un buen resultado de una situación en particular, ni pienses en ella, enfócate en cualquier otra cosa, pero no le inyectes ninguna resistencia a que las cosas salgan bien.
- Confía en que puedes crear cualquier realidad, que tú creas la tuya y que contribuyes a una colectiva, haz lo que esté a tu alcance.
- Permítete alejarte de quienes expresan resultados opuestos al que deseas, te inyectan dudas o negatividad, si no puedes alejarte, simplemente ignora.
- Haz lo posible por ubicarte en un buen estado emocional, es muy complicado estar tristes y ser optimistas, o estar rabiosos y ser optimistas… Permítete estar en bienestar, para que el optimismo fluya de la forma más natural posible.
- Busca en algún historial casos de éxito asociados a la situación que se encuentra en evolución, te hará sentirte mejor saber que a otros ya le ha llegado, aquello que tú deseas.
- Sonríe, la mente de manera automática asume que las cosas están bien y nuestro cerebro ordena la producción de hormonas asociadas al bienestar.
- No te enganches a noticias negativas.
- Cree siempre que lo mejor está por venir.