La Maravillosa Experiencia Del Amor Maduro

22 de marzo de 2019

El amor maduro se cultiva, se aprende y se experimenta día a día. Porque en este tipo de amor, el individuo crece como persona y la relación constituye un espacio de aprendizaje y de experiencias, una oportunidad para desarrollar los vínculos afectivos y aceptar las debilidades.

Caminar de la mano de un amor maduro abre las puertas al autoconocimiento y la empatía por el otro. Desarrolla nuestras habilidades sociales y nos predispone al crecimiento de nuestro desarrollo afectivo y social.

Todos conocemos parejas que llevan juntos toda la vida. Si conversamos con ellos y les preguntamos por el secreto de su relación, seguramente nos hablarán de complicidad, cuidado mutuo y cariño; ya que construir una vida en pareja es un trabajo de dos, en el que ambos deben tomar la decisión consciente de comprometerse y esforzarse por mantener ese vínculo.

“El amor es un desafío constante; no es un lugar de reposo, sino un moverse, crecer, trabajar juntos; que haya armonía o conflicto, alegría o tristeza, es secundario con respecto al hecho fundamental de que dos seres se experimentan desde la esencia de su existencia de que son el uno con el otro al ser uno consigo mismo y al huir de sí mismos“. -Erich Fromm

La vida en pareja supone un largo camino que hay que recorrer, con subidas y bajadas y, por supuesto, no exento de obstáculos, pero también con grandes satisfacciones. Un camino que sólo puede ser recorrido cuando las dos partes están de acuerdo y deciden emprenderlo.

No debemos olvidar que con el paso del tiempo no solo cambia nuestro cuerpo y apariencia física, sino que el amor y los sentimientos evolucionan y esto implica aceptar al otro tal y como es. Quienes llevan años conviviendo saben que la forma en la que se demostraban su amor al principio de la relación no es igual que la forma en la que aman en el momento presente.

La pareja madura está rodeada de una serie de circunstancias que conllevan grandes cambios en la convivencia. Los hijos se han emancipado o, aunque sigan en el hogar, no requieren de atención continua.

Erich Fromm, psicólogo y filósofo humanista, en su libro El arte de amar, afirma que el amor maduro no es amar al otro porque lo necesitas sino necesitarlo porque lo amas.

El amor maduro: 5 claves para vivirlo en plenitud





Permite la libertad del otro
El amor maduro constituye un verdadero compromiso de autenticidad, comprensión y disposición de trabajar cada uno por el bien común de la pareja, buscando siempre un equilibrio entre dar y recibir. En las parejas consolidadas cada uno es un individuo independiente y, si se está en pareja, es con el fin de complementarse, no para crear dependencia o fundar indeseables vínculos de posesión.

Cada momento es especial
Las pequeñas cosas y los detalles refuerzan la relación. La monotonía y el aburrimiento son grandes enemigos del amor. Compartir intereses y actividades comunes, dejando espacio para que cada uno pueda desarrollar inquietudes personales se constituyen como aspectos necesarios para que la pareja perdure.

Ofrece apoyo y estabilidad
La complicidad y la compañía son dos factores esenciales a la hora de emprender una vida en común, pero en parejas maduras se magnifica mucho más. Es el momento de demostrar lo que puedes hacer por tu relación.

Acepta a tu pareja tal y como es
Las personas que se aman de verdad y para toda la vida saben que vivir una relación implica compromiso y también comprensión. Puede que haya algunos temas en los que la pareja no esté de acuerdo o no tenga el mismo punto de vista, pero lejos de ser un inconveniente constituye una fuente de enriquecimiento para la unión conyugal.

Respeto y comunicación
Comunicarse dentro de la pareja es empezar a respetarse y, en base a ello, valorar y apreciar la conversación. Es importante no tener miedo a expresar nuestros sentimientos ya que pueden convertirse en una fuente de resentimiento y rencor. La comunicación de pareja es un pilar fundamental para el crecimiento y fortalecimiento de la unión perdurable en el tiempo.

En conclusión, podemos decir que el amor maduro es sinónimo de compromiso. La pareja disfruta plenamente el uno del otro. Son amigos, amantes, compañeros y cómplices. Seguramente han superado importantes obstáculos y resuelto grandes problemas, por lo que se relación se ha consolidado y se convierte en un vínculo indestructible.

 
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