¿Alguna vez fuiste un vikingo? ¿Una guerrera? ¿Una actriz o un rey? ¿Te gustaría saberlo? Descubrir tus vidas pasadas puede ser divertido. ¡Es fácil, relajante y no necesitas a nadie para hacerlo! ¡Sigue estas instrucciones paso a paso y en muy poco tiempo estarás reviviendo tus vidas pasadas!
1
Prepara la habitación. Asegúrate de que la temperatura no sea ni muy calurosa ni muy fría. Cierra las cortinas, apaga la televisión, la radio y el teléfono. Si tienes alguna cosa que cause ruido, ajústalo para no percibir los sonidos del exterior.
2
Relaja tu mente y busca un lugar tranquilo. Siéntate o acuéstate en un cuarto silencioso y oscuro alejado de tus amigos y seres queridos. Escoge un momento en que estés alerta, y tu cuerpo y mente estén calmados. Si tienes hambre, estás distraído o tienes una canción atrapada en la cabeza, te costará trabajo concentrarte.
3
Relaja tu cuerpo. Acomódate en la cama o en el sitio que hayas elegido para realizar tu sesión de autohipnosis y relájate por unos minutos a fin de prepararte para el viaje.
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Relaja tu cuerpo. Acomódate en la cama o en el sitio que hayas elegido para realizar tu sesión de autohipnosis y relájate por unos minutos a fin de prepararte para el viaje.
4
Prepárate. Cierra los ojos y ponte cómodo. Acuéstate boca arriba, coloca las manos a los lados y envuélvete en una luz protectora:
Imagina una luz blanca que te envuelve por completo. Visualízala brillando sobre tus pies, piernas, rodillas, caderas, torso, brazos, cuello, cara y cabeza. Esta luz blanca te protegerá de toda influencia negativa. Representa amor, bienestar e iluminación en forma de una bruma deslumbrante que te envuelve, que te ampara con su brillo, protegiéndote de cualquier mal.
Imagínala. Siente su calor e invítala a que se derrame sobre ti. Repite en tu mente o verbalmente: Estoy inhalando una energía protectora poderosa. Esta energía crea un aura de protección a mi alrededor. Esta aura me protege todo el tiempo contra todo.
Repítelo cinco veces por cada cinco inhalaciones. Luego concéntrate en visualizar y sentir la energía, haciéndola cada vez más brillante y poderosa. Repítelo con cualquier otro color que te venga a la mente hasta que te sientas listo para el siguiente paso.
5
Comienza tu viaje. Imagina que estás en un pasillo largo con una puerta grande al final. Visualiza la mayor cantidad de detalles posibles, cualquier cosa que te venga a la mente.
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Comienza tu viaje. Imagina que estás en un pasillo largo con una puerta grande al final. Visualiza la mayor cantidad de detalles posibles, cualquier cosa que te venga a la mente.
Tu pasillo puede estar adornado con filigrana de oro, puede ser como una catedral gótica, toda hecha de piedras preciosas, o como un bosque frondoso, lo que tú escojas.
Cualquiera que sea el pasillo que crees en tu mente, úsalo cada vez que vayas en busca de una vida pasada. Imagina este pasillo con la expectativa de que cuando llegues al final, cuando alcances la puerta grande y gires la perilla, descubrirás una vida pasada.
6
Camina por este pasillo. Haz que cada paso que des tenga un propósito. Imagina que tus pies tocan el suelo, visualizando todos los aspectos de tu viaje a medida que te acercas a la puerta grande: los sonidos de tu entorno, el color de la luz, incluso el “olor” de lo que te rodea.
Camina por este pasillo. Haz que cada paso que des tenga un propósito. Imagina que tus pies tocan el suelo, visualizando todos los aspectos de tu viaje a medida que te acercas a la puerta grande: los sonidos de tu entorno, el color de la luz, incluso el “olor” de lo que te rodea.
Cuando llegues al final (cuando sientas que estás listo, ni un minuto antes), agarra la perilla de la puerta. Visualízate haciéndolo, sintiendo la textura de la perilla y el sonido del mecanismo cuando la giras. Cuando se abra el cerrojo, respira hondo y empuja la puerta con suavidad.
7
Dale la bienvenida a una vida pasada. Acepta lo primero que veas al otro lado de esa puerta como algo de tus planos de existencia anteriores.
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Dale la bienvenida a una vida pasada. Acepta lo primero que veas al otro lado de esa puerta como algo de tus planos de existencia anteriores.
Puede ser algo tan abstracto como el color amarillo o tan claro y vívido como un niño muy querido acunado en tus brazos. Considera cualquier cosa que veas como la base y construye sobre ella. Siéntela. Aférrate a las imágenes en tu mente y ábrete a ellas, aceptando cualquier cosa que surja en tu mente.
Tal vez descubras que el color amarillo se convierte en una alfombra. A medida que te adentras en tu visión, podrías notar que el amarillo representa a la luz del sol que se derrama sobre una alfombra. A lo mejor de pronto te das cuenta de que esa alfombra está en una casa en Londres… y así sucesivamente.
Tal vez dudes de lo que ves, pero ten por seguro que estás recordando una vida pasada.
8
Ten paciencia. Si no ves nada, trata de pensar en algo que siempre hayas disfrutado, como un pasatiempo favorito o un destino de viaje. Puedes preguntarte: “¿Por qué me gusta esto? ¿Estará relacionado con una vida anterior?”.
Si todavía no sientes nada, prueba con el “método del zapato”: mírate los pies, escoge el primer par de zapatos que te visualices usando y sigue a partir de ahí. Quizás veas unas sandalias y entonces te des cuenta de que estás vestido con una túnica. Quizás veas unos zapatos puntiagudos y te des cuenta de que estás vestido con un gran vestido de seda.
Si te encuentras en una casa hermosa, con una bella esposa y te preguntas cómo llegaste allí, te has deslizado en una canción de “cabezas hablantes”. Sonríe y continúa explorando.
Cuando recuerdes algo, aunque solo sea un par de zapatos, y si estás bastante seguro de que tiene algo de cierto, puedes comenzar tu siguiente meditación a partir de ese punto. Siempre comienza cada sesión con algo que ya hayas visto. Parte siempre de lo conocido a lo desconocido.
9
Acepta lo que ves. Te puede parecer que te estás inventando estas imágenes. A veces es así y debes aceptarlo como parte del proceso de tratar de recordar una vida pasada.
Acepta lo que ves. Te puede parecer que te estás inventando estas imágenes. A veces es así y debes aceptarlo como parte del proceso de tratar de recordar una vida pasada.
Casi siempre hay algo de cierto en el fondo de estas visiones. Solo podrás saberlo con certeza cuando hayas meditado muchas veces sobre tus vidas anteriores, y comiences a ver patrones y detalles que se repiten una y otra vez.
Mientras tanto, debes optar por creer que lo que ves es genuino. Si no lo haces, nunca llegarás a ninguna parte. Tu mente analítica simplemente se cerrará a todas las imágenes, considerándolas producto de una imaginación demasiado ansiosa.
10
Regresa al presente. A menos que hayas tenido que desconectarte de un recuerdo desagradable, lo que sucede normalmente es que perderás el impulso. Ya no te vendrán imágenes o tu mente analítica se habrá activado sin darte cuenta por algo que has visto… y hasta ahí llegaste. No te quedará más remedio que abrir los ojos.
Si esto no ocurre y estás listo para regresar a tu vida presente, simplemente imagina la puerta donde comenzaste. Abre la puerta, camina por el pasillo que visualizaste, y repítete que cuando llegues a ese punto de partida te sentirás renovado y que recordarás tu vida pasada con todo detalle y claridad.
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Regresa al presente. A menos que hayas tenido que desconectarte de un recuerdo desagradable, lo que sucede normalmente es que perderás el impulso. Ya no te vendrán imágenes o tu mente analítica se habrá activado sin darte cuenta por algo que has visto… y hasta ahí llegaste. No te quedará más remedio que abrir los ojos.
Si esto no ocurre y estás listo para regresar a tu vida presente, simplemente imagina la puerta donde comenzaste. Abre la puerta, camina por el pasillo que visualizaste, y repítete que cuando llegues a ese punto de partida te sentirás renovado y que recordarás tu vida pasada con todo detalle y claridad.