No Pierdas El Control De Tu Vida, Domina Tu Ira

21 de marzo de 2017

Es verdad que todo el mundo puede enojarse de vez en cuando, pero el problema reside cuando esos episodios se repiten en demasiadas ocasiones, o las reacciones que tenemos ante ciertas circunstancias comienzan a ser exageradas.

Cuando comienzan a fluir las emociones desmedidas, debemos poner atención a aquello que aflora de nuestro interior, la ira es una emoción que puede variar de intensidad según el estado de la persona y aquello que la desencadena, puede ser de lo más leve, como es un disgusto y lo más grave que es una rabia o furia.

    La ira, si no es refrenada, es frecuentemente más dañina para nosotros que la injuria que la provoca. -Séneca

La manera instintiva y natural que tenemos las personas para expresar nuestra ira es a través de la agresividad, ya sea gritando, arrojando cosas o hasta golpeando, el caso es que en la mayoría de los casos, terminamos ejecutando acciones o pronunciando palabras, que lastimosamente luego no podemos recoger.

Lo importante es poder identificar cuando la ira toma posesión de nuestro cuerpo, las terapias o métodos para relajarte te vendrán de maravilla para bajar la tensión y el enojo, así como también los pensamientos o sentimientos que te llevan a sentirte de esa manera, en tanto, cierra los ojos, respira profundamente por la nariz y trata de no pensar en nada. ¿Crees que es muy difícil? No importa, al menos inténtalo y verás como empiezas a estar más relajado.

El ejercicio físico nos ayuda a eliminar la ira de manera natural y aunque no todos los deportes sirven para liberar tensión, podrás explorar aquella técnica que se ajuste más a tus necesidades y te haga sentir más cómodo y relajado.

    La ira es una locura de corta duración. -Quinto Horacio

Por otra parte, afrontar la ira es una buena manera de eliminarla de nuestro cuerpo, esto significa, buscar en el fondo de nuestro interior cuáles son las causas de esta furia o de esa reacción. Tal vez no te hayas dado cuenta qué es lo que te molesta o bien necesitas hablar del tema, ya sea con un terapeuta o con la persona que genera estos sentimientos, debes estar enfocado y pensar que todo tiene solución.

Si la situación está fuera de control, no te preocupes porque no vale la pena, si puedes mejorarlo o cambiarlo, entra en acción, siempre puedes buscar ayuda profesional o especializada, compartir experiencias y buscar apoyo si cree que es un tema que no puedes manejar solo, desahogarse es una excelente manera de liberar las tensiones también.

Cuando la ira empieza a dominarnos, no podemos pensar claramente, esto es realmente un problema que, como todo, tiene solución, pero debemos hacer consciencia de ello y además comenzar a buscar alternativas desde nuestro interior para poder controlar nuestras próximas acciones.

    La ira nace del temor, y éste de un sentimiento de debilidad o inferioridad. Si usted posee coraje o determinación, tendrá cada menos temor y en consecuencia se sentirá menos frustrado y enojado. 
-Dalai Lama

Algunas veces, nos enojamos porque la frustración se apodera de nosotros. Si hablamos con una persona en más de una ocasión y las cosas no salieron como queríamos, no siempre es la culpa del otro, quizás somos nosotros los que no podemos explicar bien lo que deseamos. Escucha con atención lo que dices, pregunta al interlocutor qué ha comprendido de tus palabras, responde las dudas hasta que todo quede aclarado. Esto evitará muchos problemas.

Y por último, toma vacaciones o al menos, un descanso de fin de semana en un lugar que no sea tu casa o donde estés acostumbrado. Sal un poco de la rutina, camina por un parque o por la playa, deja de pensar en los problemas, tómate un tiempo para pensar qué es lo que deseas y cómo calmar tus ánimos.
 
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