Os dejo esta preciosa meditación que yo ya he realizado sentado en una piedra en la orilla de la playa y os puedo asegurar que es una auténtica maravilla el realizarla, y que la volveré a realizar, hazla las veces que quieras al día, solo serán 5, 10, 15, 30 minutos, los que tú creas conveniente para ti esta meditación, fluye y disfruta de ese amor incondicional que todos deseamos, repítela las veces que te apetezca, no hay mínimo ni máximo cuando del AMOR se trata, no hay medida. Espero que la disfrutéis tanto como yo al realizarla. -Antonio Rodríguez
Cerrad sus ojos y relájense. Mantener las espaldas derechas y puedes colocar sus manos a manera de oración con las palmas juntas a la altura del pecho. Concéntrate en la respiración, con tranquilidad, inhala y exhalen profunda y lentamente.
Comienza a sentir que dentro de tu corazon hay una semilla de amor que está allí para crecer, riéguala con bondad, verdad, rectitud, paz, no violencia. Ahora observa con los ojos de su interior cómo ésta semilla crece más y más, hasta llenarlos el cuerpo entero de puro amor. Ámate a tí mismos, sé feliz.
Piensa lo siguiente:
Me amo. Que pueda estar libre de enojo. Que pueda estar libre de tristeza. Que pueda estar libre de dolor. Que pueda estar libre de dificultades. Que pueda estar libre de sufrimiento. Que pueda estar sano. Que mi cuerpo pueda estar sano y fuerte. Que pueda estar lleno de amor incondicional. Que pueda ser realmente feliz. Que pueda estar en paz.
Empieza a ver que ese amor que creció como una plantita adentro de ti, sale por sus corazones y por sus manos, y envíenlo a todas aquellas personas que ustedes quieran. Extiendan este amor incondicional y piensen:
Envío amor a mi familia Que ellos puedan estar libres de dificultades, de dolor y tristeza. Que puedan estar libres de enojo. Que puedan estar sanos y felices. Completamente sanos y felices. Que estén en paz.
Envío amor incondicional a mi maestra y a mis compañeros del trabajo (incluso los que no conozco). Que puedan estar libres de tristeza, sufrimiento y enojo. Que sean felices. Que puedan estar en paz.
Envío amor incondicional ahora a todas las personas de la tierra. Que todos los seres en este planeta puedan estar libres de sufrimiento, pena y desesperación. Que puedan ser felices. Verdaderamente felices. Que puedan estar en paz.
Que todos los seres de todos los universos, en todos lados, puedan estar libres de sufrimiento. Que puedan estar bien y felices. Que puedan estar en paz.
Por encima y por debajo, cerca y lejos, alto y bajo. Todos los tipos de seres. Humanos y no humanos. Visibles e invisibles. Todos los animales, pájaros y peces. Todos los seres y criaturas sin excepciones. Que todos puedan ser felices. Que puedan ser libres.
Abro mi corazón y acepto el amor incondicional de cada ser y criatura a cambio. Dejo entrar ese amor en mi corazón.
Que todos los seres, de todos los mundos, sean eternamente felices. Que todos los seres, de todos los mundos, seamos eternamente felices.
Para terminar, regresa todo ese amor de nuevo a mi corazón y doy gracias por eso. Movemos el cuello, hombros y cabeza, después las manos y las piernas… Cuando puedan, abran los ojos.
Comienza a sentir que dentro de tu corazon hay una semilla de amor que está allí para crecer, riéguala con bondad, verdad, rectitud, paz, no violencia. Ahora observa con los ojos de su interior cómo ésta semilla crece más y más, hasta llenarlos el cuerpo entero de puro amor. Ámate a tí mismos, sé feliz.
Piensa lo siguiente:
Me amo. Que pueda estar libre de enojo. Que pueda estar libre de tristeza. Que pueda estar libre de dolor. Que pueda estar libre de dificultades. Que pueda estar libre de sufrimiento. Que pueda estar sano. Que mi cuerpo pueda estar sano y fuerte. Que pueda estar lleno de amor incondicional. Que pueda ser realmente feliz. Que pueda estar en paz.
Empieza a ver que ese amor que creció como una plantita adentro de ti, sale por sus corazones y por sus manos, y envíenlo a todas aquellas personas que ustedes quieran. Extiendan este amor incondicional y piensen:
Envío amor a mi familia Que ellos puedan estar libres de dificultades, de dolor y tristeza. Que puedan estar libres de enojo. Que puedan estar sanos y felices. Completamente sanos y felices. Que estén en paz.
Envío amor incondicional a mi maestra y a mis compañeros del trabajo (incluso los que no conozco). Que puedan estar libres de tristeza, sufrimiento y enojo. Que sean felices. Que puedan estar en paz.
Envío amor incondicional ahora a todas las personas de la tierra. Que todos los seres en este planeta puedan estar libres de sufrimiento, pena y desesperación. Que puedan ser felices. Verdaderamente felices. Que puedan estar en paz.
Que todos los seres de todos los universos, en todos lados, puedan estar libres de sufrimiento. Que puedan estar bien y felices. Que puedan estar en paz.
Por encima y por debajo, cerca y lejos, alto y bajo. Todos los tipos de seres. Humanos y no humanos. Visibles e invisibles. Todos los animales, pájaros y peces. Todos los seres y criaturas sin excepciones. Que todos puedan ser felices. Que puedan ser libres.
Abro mi corazón y acepto el amor incondicional de cada ser y criatura a cambio. Dejo entrar ese amor en mi corazón.
Que todos los seres, de todos los mundos, sean eternamente felices. Que todos los seres, de todos los mundos, seamos eternamente felices.
Para terminar, regresa todo ese amor de nuevo a mi corazón y doy gracias por eso. Movemos el cuello, hombros y cabeza, después las manos y las piernas… Cuando puedan, abran los ojos.